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Eréndira Derbez: los "micromachismos" sostienen algo enorme

¿Cuántas actitudes o expresiones machistas vivimos y ejercemos todos los días, desde la infancia hasta la etapa adulta, quizás sin darnos cuenta? De esto nos habla Eréndira Derbez.
sáb 07 marzo 2020 07:00 AM
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Eréndira Derbez es ilustradora, hiistoriadora del arte y coautora del libro 'No son micro. Machismos cotidianos'.

Después de ser asesinada, Ingrid Escamilla fue exhibida en periódicos de alcance nacional; cuando Karen Espíndola apareció con vida, sana y salva, ciudadanos la condenaron; hoy, que colectivos feministas realizan protestas y llaman a un paro para frenar todos los tipos de violencia contra las mujeres no solo se les tilda de “ridículas” y “pagadas”, también se les amenaza con arrojarles ácido.

Por increíble que parezca, estas son situaciones machistas normalizadas en México, tanto como si una mujer se sube al Metro y le “dan un arrimón” sin que nadie intervenga, o cuando en la calle le gritan a otra comentarios obscenos, o que en juntas de trabajo las mujeres sean interrumpidas por algún varón, así como si alguien les pregunta que si "están en sus días" ante un cambio de actitud.

“(Esto) nos recuerda que somos vulnerables, y eso es muy grave”, expresa Eréndira Derbez, ilustradora, historiadora y coautora del libro ‘No son micro. Machismos cotidianos’.

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“No estamos exagerando. (Con estos actos) lo que están haciendo es normalizar violencias aún más graves. No estamos diciendo que (quienes los ejerce) son culpables de un feminicidio o de tortura sexual, decimos que lo están normalizando y banalizando. Los micro son cotidianos, pero sostienen algo enorme”, puntualiza en entrevista con Expansión Política.

‘No son micro. Machismos cotidianos’ fue escrito por Claudia de la Garza y Eréndira Derbez –quien además lo ilustró–, y está recomendado por la periodista Lydia Cacho, que en la contraportada destacó que este es un libro para quienes argumentan que “los hombres siempre han sido así”.

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Al empezar a escribir este libro, las autoras partieron del término “micromachismos”, acuñado en la década de los 90 por el psicoterapeuta argentino Luis Bonino. Pero conforme avanzaban, cuenta Eréndira, se percataron que esas situaciones no eran “micro”, sino “machismos cotidianos”.

Si bien no son un feminicidio o un ojo morado o algo que deja rastros en el cuerpo, sí sostienen las violencias más grandes.
Eréndira Derbez

Misoginia que empieza en el azul y el rosa

¿Te has preguntado cómo habría sido tu infancia si no te hubieran impuesto colores (azul para niño y rosa para niña), vestimenta (pantalón para niño, falda para niña) y juegos (futbol, los niños; muñecas, las niñas)? Porque esos también son machismos cotidianos que van más allá, comenta en la entrevista.

“(Jugar con) la muñeca rosa nos da a entender que las niñas tienen que aprender a hacer trabajos de cuidado, deben ser dulces, no pueden salir a jugar con un balón de futbol porque nos dicen que somos marimachas y, entonces, creces sintiéndote menos”, refiere Eréndira Derbez.

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En cambio, dice, a los hombres sí se les permite usar el espacio público, ellos sí pueden jugar futbol, ser rudos y competitivos, y si quieren jugar con muñecas o peluches les dicen cosas como “mandilón”.

“Hay mucha misoginia en esta situación que empieza en el azul y en el rosa, y esto es preocupante porque las aspiraciones de las niñas no será la de ser escritoras, científicas o deportistas, porque piensan que no pueden; y los niños sí pueden aspirar a eso, pero no a ser amos de casa (...) Todo empieza desde la niñez y tiene repercusiones en la vida adulta”.

Repercusiones que, menciona Derbez, se ven reflejadas en situaciones tan cotidianas como una mesa de debate sobre el aborto en la que participan solo hombres, que a la mujer que se atreva a decir “no estoy de acuerdo” se le tilde de “problemática”, o que sea interrumpida en repetidas ocasiones por un varón que pretenderá explicarle porque “sabe más”, algo que hoy se conoce como mansplaining o “macho explicación”.

¿Los hombres pueden ser feministas?

En el medio político, el canciller Marcelo Ebrard se ha declarado feminista, pero no es el único. De acuerdo con la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, tenemos al presidente más feminista en la historia de México.

Al respecto, la ilustradora y escritora comenta que un hombre como Marcelo Ebrard no puede ser feminista, pues primero debe revisar qué está haciendo en materia de migración, donde se cometen muchas violencias contra las mujeres.

“Irma seguramente es una mujer muy bien preparada y que se esforzó mucho para ser lo que es, pero me preocupa que, por ejemplo, en su equipo hay gente que fue denunciada públicamente por más de una persona en el Me Too, y ella no ha hecho nada. Me molesta que diga que Andrés Manuel López Obrador es el presidente más feminista, porque no puede ser feministas y porque está demostrando no ser aliado ni importarle nuestras causas”, señala.

En general, Eréndira Derbez sostiene que los hombres pueden ser, a lo mucho, aliados del feminismo –siempre que cumplan con la responsabilidad de educarse– y aún así, “no es su espacio”.

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“Un hombre tiene que estudiar feminismo y replantearse la forma en que ejerce su masculinidad, pero no puede ser feminista, esa no es su lucha. Puede ser aliado, y eso se trata de guardar silencio, que escuchen, lean y aprendan; esto no los hace feministas, pero los quita de ser parte del problema”.

A las mujeres nos corresponde aprender y cuestionarnos nuestras propias violencias y deferencias, y hacer alianzas.

Pero, ¿qué pasa cuánto te encuentras a un hombre que quiere que le expliques el feminismo? Para Eréndira Derbez resulta curioso que a pesar de que los hombres crecen con la seguridad de que “pueden explicarte todo”, quieren que les expliquen de feminismo, y esto es porque el tema “les da flojera”.

“Las mujeres no estamos para educarlos. Hay muchísima información y más ahora que tenemos un celular y Wikipedia; tenemos libros de divulgación. Me parece irresponsable este tono condescendiente de ‘ahora tú explícame’ cuando no es nuestra responsabilidad, es la responsabilidad de ellos educarse”, enfatiza.

Una crisis de seguridad, política… y machista

En México, la violencia, la impunidad y el machismo están normalizados, y al parecer, percibe Derbez, el gobierno no sabe cómo enfrentar esta situación especialmente porque, entre otras cosas negativas, heredó la militarización, que como indica un reporte de Data Cívica, sí hay una relación fuerte con la violencia ejercida hacia las mujeres. .

“Lo que enfrentamos es una crisis de seguridad y política, y además de todo una sociedad profundamente machista, que cuando muchas mujeres reaccionan en colectivo, esta no sabe cómo reaccionar, no sabe qué hacer cuando les cuestionan a los hombres sus privilegios, y por eso reaccionan de manera tan violenta y nos tildan de exageradas y demuestran que piensan que tienen el derecho a violentarnos”, menciona.

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Y aunque Eréndira reconoce que sí hay cosas buenas en este gobierno en materia de género, como la postura de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a favor de la despenalización del aborto, no debe quedarse solo en lo simbólico.

En específico, las expresiones del presidente López Obrador y el decálogo que este emitió ante las protestas feministas que se realizaron en fechas recientes afuera de Palacio Nacional, son para la historiadora una profunda falta de sensibilidad que pareciera responder más a una retórica eclesiástica que a una política pública.

“Las demandas feministas son muy dignas y es responsabilidad del gobierno escucharlas (...) Tienen un trabajo muy difícil, heredaron administraciones pésimas en muchos aspectos y una crisis de derechos humanos, pero es responsable de diseñar políticas públicas basadas en evidencias y datos para acabar con la impunidad y escucharnos”, concluye.

Aquí estamos y no nos vamos a ir. Somos más de la mitad de la población y ya estamos muy cansadas.

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