Por ello, y luego de una visita de la coordinadora de estas universidades Raquel Sosa, los estudiantes decidieron irse a huelga desde el pasado 17 de febrero para exigir respuestas a sus preocupaciones y certidumbre sobre el funcionamiento de la escuela ubicada en la colonia centro de la Ciudad de México.
Lizbeth Alanís, una de las estudiantes de la Ponciano Arriaga, explica que el plantel operaba bien y ya habían conseguido el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero cuando se les incorporó al programa de Universidades empezaron los problemas.
La crisis que estalló en una Universidad del Bienestar | #Clip
“Todo se encontraba bien hasta que se hace la invitación a formar parte de las 100 universidades. Ya habíamos conseguido un RVOE para certificar, pero cuando se hace la invitación se pierde este RVOE", dice mientras lamenta su confianza en el proyecto. La SEP tiene vigente todavía el registro de cuando la escuela funcionaba como organización civil.
La falta de reconocimiento de la SEP fue una de las críticas a estos planteles, que las llevó a ser denominadas como 'patito' por parte de las fuerzas políticas opositoras al proyecto.
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La EDPA era una de las 19 universidades creadas por Morena en la Ciudad de México que funcionaba como asociación civil y financiada por legisladores del partido que iniciaron labores en 2016. El proyecto fue promocionado como una alternativa a la exclusión de miles de aspirantes en otras universidades públicas. Uno de las directores del plantel y fundadores fue Netzaí Sandoval Ballesteros, quien actualmente trabaja al interior del Consejo de la Judicatura Federal como titular del Instituto Federal de Defensoría Pública.
La estudiante de Derecho señala que no saben si tras la pérdida del RVOE –que les daba certeza como asociación civil– están registrados, si se les van a reconocer sus estudios, que no conocen los planes ni programas ni tampoco el reglamento de la escuela, y que esta situación se intensificó tras la salida de la primera generación de estudiantes, los cuales no pueden titularse porque no hay un proceso establecido para ello.