Desde entonces, esa se convirtió en su bandera. López Obrador ha insistido en que la corrupción “como las escaleras, se barre de arriba hacia abajo” y que esa es su fórmula para acabar con la pobreza, para impulsar el desarrollo, para generar empleos, es decir, para terminar con todos los males del país.
La palabra “corrupción” es una de las que más menciona López Obrador en sus mañaneras —de acuerdo con la consultora SPIN de Luis Estrada, se registró al menos 831 veces hasta abril pasado—, pero en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 , esta palabra apenas aparece en 29 ocasiones. A pesar de las ganas por terminar con la corrupción, especialistas ven en realidad que la estrategia aún no encuentra dirección pues la Política Nacional Anticorrupción (PNA) no ha sido aprobada.
“Si se aprobara el documento de la PNA, ya podría haber una visión aterrizada de cómo quiere llevar el gobierno esta estrategia”, dice Dante Preisser, especialista en anticorrupción, y quien fue el enlace de la Secretaría de la Función Pública (SFP) con el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) en los tiempos de Arely Gómez.