Luego de 12 horas de audiencia, el juez determinó que Robles sí supo de las irregularidades en la Sedesol y Sedatu y que, lejos de hacer algo para evitarlas, tácitamente las permitió por lo que ordenó la prisión preventiva por dos meses, periodo en que la Fiscalía General de la República (FGR) deberá cerrar la investigación.
"Se generó la impunidad al interior de la propia Secretaría", aseveró el juez Delgadillo.
Abundó que los servidores públicos que realizaron los convenios irregulares con las universidades eran sus colaboradores cercanos, principalmente el oficial mayor Emilio Zabadúa, a quien nunca castigó y por el contrario lo llevó con ella a la Sedatu.
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Antes de que el juez dictara prisión su preventiva, Robles hizo uso de la palabra para resaltar que ella siempre ha dado la cara y seguirá dándola pues "no es como aquellos que se esconden en Canadá y después regresan".
“¡Qué bueno que usted dijo que venía a dar la cara!... lástima que vino mucho tiempo después de que ya nos habían visto la cara a todos los mexicanos”, dijo Manuel Granados, agente de la FGR, al solicitar la prisión preventiva a Robles.
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“Probablemente estaba confiada del manto protector del presidente Enrique Peña Nieto, que le dijo ‘no te preocupes, Rosario’. Ya está preocupada”, señaló el agente, al argumentar el riesgo de que Robles se fugara, pese a que se presentó voluntariamente a las dos audiencias en el reclusorio sur.