El exrector de la UNAM, José Narro, renunció al PRI este jueves –luego de 46 años de militancia– no sin antes acusar que el partido atraviesa un "proceso de riesgos graves" como la simulación, los excesos, el desapego de las causas, la falta de democracia interna y la lejanía de la militancia.
Quien aspiraba a dirigir el partido señaló que ha habido injerencia de fuerzas externas al partido, es decir del gobierno federal, y del expresidente Enrique Peña Nieto para favorecer al contrincante "favorito" de la cúpula priista: Alejandro Moreno.
A estas acusaciones se sumaron también otros personajes, entre ellos Beatriz Páges –quien también renunció al partido–, el exlíder Manlio Fabio Beltrones, así como los otros contrincantes: los exgobernadores de Yucatán, Ivonne Ortega, y Oaxaca, Ulises Ruiz. Mientras que gobernadores cerraron filas con el PRI nacional y pidieron unidad.