Jalisco es el estado con más personas desaparecidas en México –más de 15.000 casos–, un fenómeno que se atribuye principalmente a la delincuencia organizada, pues en la región opera el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más violentos en el país.
Tras el atentado, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anunció que se suspendería la búsqueda de personas desaparecidas mientras se generaban protocolos de seguridad para evitar sucesos similares.
Sin embargo, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas denunciaron que, con esa decisión, se violentaba su derecho a buscar a sus familiares.
México registra más de 350,000 asesinatos, la mayoría atribuidos a las organizaciones criminales, desde el lanzamiento de una polémica estrategia militar antidrogas en diciembre de 2006.