En teoría, esto no le afecta al estado de Quintana Roo, donde desde hace siete años se determinó que el único horario que regiría durante todo el año es el que se conoce como ‘horario de verano’. Esto implica que, ahora, la entidad siempre estará una hora adelante en comparación con el resto del país.
Los beneficios son muchos, pues el solo hecho de que el Sol se oculte más tarde da más tiempo a los turistas de disfrutar las playas y otras atracciones de lugares como Cancún, Tulum o Isla Mujeres. Pero la situación también trae algunos inconvenientes, según relatan trabajadores y habitantes de la zona.
“Es molesto para nosotros y para los turistas”, dice Román, un taxista corporativo de origen veracruzano que trabaja desde hace cinco años en Playa del Carmen, uno de los destinos turísticos que está reviviendo tras el paso de la pandemia.
Senado aprueba eliminar el horario de verano
“Nosotros, como taxistas, tenemos que llevar a la gente a otros destinos como Chichen Itzá -un sitio arqueológico localizado en el estado de Yucatán-, entonces hay que estar atrasando el reloj y luego adelantarlo al volver. Y los turistas se quejan porque piensan que les estás robando una hora”, explica Román.
Los turistas que llegan al Caribe Mexicano no solo visitan las playas de Quintana Roo, sino que se adentran en las profundidades de la selva maya para visitar sitios en otros estados, como el de Yucatán. Cabe resaltar que, cuando el Tren Maya comience a funcionar, prevalecerán estas diferencias horarias entre Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, Campeche y Chiapas, entidades atravesadas por la obra ferroviaria.
El horario de Quintana Roo tiene algunos beneficios, por ejemplo, permite que el aeropuerto de Cancún esté sincronizado con otros aeropuertos de la Costa Este de Estados Unidos, agilizando las operaciones de conexión entre los diversos destinos.
Otro beneficio, según los trabajadores del sector turístico, es que los negocios se benefician de que los días sean más largos. Aunque esto no tenía tanta relevancia antes de la llegada del covid-19, cuando lugares como Playa del Carmen tenían actividades las 24 horas del día. Era una ciudad que no dormía.
Con la nueva normalidad, el turismo se va recuperando poco a poco, pero una herencia de la pandemia son horarios más estrictos para la venta de alcohol, por ejemplo. Ahora, algunos empresarios y dueños de negocios están pidiendo volver a los horarios comerciales de 24 horas.