El choque entre fuerzas de seguridad y los supuestos criminales ocurrió después de que se atendiera el reporte sobre la existencia de una casa de seguridad en la que había armamento oculto.
El gobernador Enrique Alfaro confirmó que cuatro de los muertos eran policías y se comprometió a ayudar a sus familias.
Horas después, durante la madrugada del domingo 26 de junio, seis elementos de la Secretaría de Seguridad de Nuevo León fueron asesinados cuando llevaban a cabo sus labores oficiales en Anáhuac, Nuevo León.
“La madrugada de este domingo 26 de junio, alrededor de las 3:00 horas en el tramo de Lampazos a Colombia, fue donde nuestros policías -heroicamente- repelieron la agresión de un convoy de 10 camionetas blindadas que tripulaban sujetos armados con grueso calibre y quienes superaban en números a nuestros compañeros”, dijo la autoridad en un comunicado.
Durante la agresión otros cuatro policías resultaron lesionados.
La Secretaría de Seguridad de Nuevo León informó que otorgará todo el apoyo a las familias de los afectados y se solidarizó con ellos ante la pérdida.
El gobernador Samuel García se comprometió a llevar ante la justicia a los responsables. Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este lunes que ya tienen identificado al grupo que agredió a los policías.