Acusan privatización de agua
Previo a la aprobación de la iniciativa, la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones del Congreso de Querétaro organizó un foro de participación ciudadana en el que especialistas en la materia dieron su punto de vista acerca de la legislación.
En dicho encuentro, la investigadora del Conacyt, adscrita al Centro de Investigación de Ciencias de Información Geoespacial, Teresa Valdovinos Ortega, criticó la iniciativa presentada por el PAN y el PRI, al presentar los resultados de las investigaciones que ha realizado a lo largo de 15 años sobre las asociaciones público-privadas en México y otras partes del mundo.
“Los resultados me han mostrado que muchas veces los gobiernos locales terminan perdiendo el control, la experiencia, los recursos humanos y los recursos técnicos a la hora de hacer la concesión. Y eso lo vemos cuando observamos que pasar de una concesión a la remunicipalización del servicio es sumamente complicado”, dijo.
En este sentido, señaló que la experiencia de muchas ciudades es que el sector privado, cuando termina el contrato, parte con información y el conocimiento de haber tenido la concesión durante 30 años, lo cual imposibilita al gobierno municipal poder retomar el control de los servicios.
Las iniciativas de ley aquí presentadas parecen más una hoja de ruta para operacionalizar y fortalecer la gestión privada del agua, más que una Ley de Aguas, la cual debe ser transparente e integral.
La investigadora exhortó a analizar la experiencia de Aguascalientes, ciudad que concesionó el servicio de agua potable en 1993 a la empresa Proactiva, y que aún cuando se habló de eficiencia física y comercial del servicio, también se observaron muchas quejas con respecto a fugas y tandeo, al tiempo que el estrés hídrico de la zona metropolitana de Aguascalientes no ha cambiado.
“Esto nos hace interrogarnos sobre los beneficios de este tipo de asociaciones”, señaló Teresa Valdovinos, quien advirtió que cuando no existe transparencia ni diálogo con la ciudadanía, este tipo de asociaciones fracasan, provocando estallidos sociales como ha ocurrido en La Paz y Cochabamba, Bolivia; así como en Buenos Aires, Argentina, donde las concesiones fueron impuestas y terminaron siendo insostenibles.