El recibir la vacuna, dijo, no impide que la persona contagiada llegue a desarrollar la enfermedad en los próximos 14 días, que es el periodo de incubación del SARS-CoV-2.
"La vacuna no empieza a generar la inmunidad al menos hasta dentro de dos o tres semanas, especialmente si se requiere una segunda dosis", agregó.
El director general de Epidemiología señaló que en el caso del médico, empezó con síntomas un día después de ser vacunado y con una prueba de laboratorio se confirmó que tenía COVID-19.
"Las complicaciones de esta enfermedad pueden producir la muerte, pero para nada esto es atribuible a la vacuna. La vacuna no puede producir la enfermedad para la cual se coloca, más bien se aplica para prevenir la ocurrencia de la enfermedad, por lo tanto no se puede considerar como un evento atribuible , sino que excluye esa posibilidad", expuso.
En conclusión, indicó Alomía, las personas o ya estaban contagiadas al momento de recibir la dosis o pudieron haberse contagiado durante las dos siguientes semanas, en las que la vacuna todavía no desarrollaba ningún tipo de inmunidad.