Desde el pasado viernes, Vicente Grajales se encuentra internado por una crisis de hipertensión. En cuanto sea dado de alta, deberá cumplir con el arresto domicialiario, luego de que ser vinculado a proceso por presunto abuso de autoridad.
El abogado del doctor Grajales dijo al diario Reforma que desde la audiencia de vinculación a proceso se le infirmó al juez sobre el padecimiento de su cliente, pero que este hizo caso omiso.
La nueva determinación del juez respecto a la medida cautelar es gracias a que María Fernanda Ochoa, esposa del imputado, confirmó con documentos los padecimientos del médico.
El médico es acusado por Karen Alejandra Ramírez –hija de Miguel Arturo Ramírez, exdirigente del partido Mover a Chiapas, y quien falleció en julio por COVID-19– de haberle solicitado equipo y medicamento para atender al paciente, aún cuando, según la Fiscalía de Chiapas, el hospital en el que trabajaba cuenta con los insumos necesarios.
Grajales era el jefe de Urgencias del Hospital de Especialidades Vida Mejor, del Instituto de Seguro Social de los Trabajadores (ISSTECH), en Tuxtla Gutiérrez, estando al frente del área COVID-19.