SANTOS REYES YUCUNÁ, Oaxaca.— Emir tiene 10 años, solo habla mixteco, nunca ha ido a la escuela y vive en Santos Reyes Yucuná, Oaxaca, donde 99.9% de la población padece al menos alguna carencia básica. En otras palabras, el niño reside en el municipio más pobre del país.
A esas desventajas, Emir debe añadir que tiene una discapacidad motriz que le impide caminar por sí solo, que su localidad carece de un médico en forma —únicamente dispone de un pasante para atender a sus 1,600 habitantes— y que su madre lo abandonó el año pasado, cuando ella decidió irse del lugar en busca de mejores oportunidades.
Desde entonces, a Emir lo cuida su tía Hortensia, quien cuenta que el niño puede moverse gracias a un par de muletas que una organización civil le regaló en 2017 y que, hasta ahora, la familia no ha sido censada para ser beneficiaria de los programas sociales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.