Coahuila, otro bastión que pone en juego el PRI
A más de 1,000 kilómetros de distancia del Estado de México, hoy se dará otra batalla. El PRI se disputa otro de sus bastiones que gobierna desde hace 90 años.
A la contienda están anotados cuatro candidatos: Manolo Jiménez, de la alianza PRI-PAN-PRD; Armando Guadiana, de Morena; Lenin Pérez Rivera, del Partido Verde y Unidad Democrática de Coahuila, y Ricardo Mejía, postulado por el Partido del Trabajo. A los últimos dos los dejaron solos sus partidos políticos, luego de que la dirigencia de Morena advirtiera que de Coahuila dependía la alianza con esas fuerzas políticas para 2024.
La contienda por Coahuila comenzó con diferencias internas en Morena. El entonces subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, no aceptó la postulación de Armando Guadiana como candidato, por lo que se acercó al PT, aliado de Morena a nivel nacional, para ser abanderado.
“Coahuila es una de las entidades más tradicionales del priismo, que apela, incluso, a valores anteriores a la tecnocracia”, describe David Alfonso Mendoza, profesor de la UNAM.
Desde 1999 hasta las elecciones del 2011, el PRI y sus candidatos ganaron holgadamente. En los cuatro últimos comicios sus abanderados consiguieron más del 50% de los votos, salvo en la elección de 2017, donde el actual gobernador Miguel Ángel Riquelme triunfó, pero el PAN compitió cerca y se quedó a menos de 3% de arrebatar el bastión.
Ahora Acción Nacional, que por años fue su rival más fuerte, podría ayudarle a hacer la diferencia, al ir juntos en esta elección.
Si bien Coahuila es la tercera entidad con al mejor calidad de vida; el octavo estado que más recursos aporta al Producto Interno Bruto nacional y, según el Índice de Competitividad Estatal, el séptimo con “gobierno eficiente”, el próximo gobernador enfrenta retos en materia de seguridad, como disminuir la tasa de feminicidios, la violencia familiar, robo a negocio y a transporte.
Una atención especial requerirán las decenas de minas clandestinas o que no cumplen con las normas, pues fue en Coahuila donde ocurrió la última tragedia relacionada con la extracción de carbón que dejó a 10 mineros atrapados en el Pinabete.