Al no ser una obligación, la presentación de estas declaraciones depende de la voluntad política de quienes se postulan a un cargo de elección popular, aunque quien llegue al poder deberá cumplir con su 3de3 sin cuestionamiento.
Desde el año pasado, no se cuenta con una plataforma para todos los candidatos, sino que son estrategias impulsadas en cada estado, de ahí que en algunas sea a través del Comité de Participación Ciudadana de los sistemas locales anticorrupción, en otras desde los institutos de transparencia, aunque cuentan con el acompañamiento de las organizaciones de la sociedad civil que impulsaron desde 2015 que quienes aspiren a un cargo de elección popular publiquen estas declaraciones, con el lema “Si te piden tu voto, tú pide #3de3”.
“Publicar #3de3 no es solo un acto de transparencia y apertura hacia la ciudadanía, sino una primera oportunidad de prevenir y mitigar conflictos de intereses, así como de darle seguimiento a la evolución patrimonial de la o el candidato en caso de que gane el cargo de elección popular. En términos de justicia fiscal, es indispensable saber también si el candidato o candidata están al corriente en el pago de sus impuestos”, señala Transparencia Mexicana, una de las organizaciones impulsoras.
Cuando un candidato o candidata no publica su #3de3, limita la oportunidad de las y los electores de conocer la información sobre la situación patrimonial del candidato o la candidata, así como los riesgos de que incurra en conflicto de intereses cuando ejerza funciones de autoridad.