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#Elecciones2022 | Quintana Roo: de la corrupción a la recuperación económica

El 5 junio, los ciudadanos de la joya turística del país, irán a la urnas con malos resultados en seguridad y en un ambiente crispado por la disputa entre grupos de la delincuencia organizada.
jue 21 abril 2022 11:59 AM
Elecciones 2022 Quintana Roo candidatos
Más de 1 millón 320,000 ciudadanos podrán salir a las urnas el 5 de junio para elegir al próximo gobernador y a los integrantes del Congreso local.

El próximo 5 de junio se celebrarán elecciones locales en Quintana Roo , el estado más importante en términos de turismo y generación de empleos. Esa fecha marca, también, el fin de un sexenio cuyo mayor logro, a decir de analistas, ha sido recomponer la institucionalidad de un estado saqueado por gobiernos priistas, pero que hoy arrastra malos resultados en seguridad, especialmente para las mujeres, y vive en un ambiente crispado por la disputa territorial entre grupos de la delincuencia organizada.

En Quintana Roo, los más de 1 millón 320,000 ciudadanos credencializados podrán elegir al próximo gobernador y a los integrantes del Congreso local. En ese panorama, siete partidos políticos se han agrupado en dos grandes coaliciones, mientras que tres más decidieron contender en solitario.

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Los candidatos para gobernador de Quintana Roo

Por un lado está la coalición “Juntos Hacemos Historia en Quintana Roo”, conformada por Morena, Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido del Trabajo (PT) y Fuerza por México, con la presidenta municipal con licencia de Cancún, Mara Lezama, como abanderada. La joven política lidera las preferencias electorales, según encuestas.

Por el otro, “Va por Quintana Roo”, integrado por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Confianza por Quintana Roo, que abandera a Laura Fernández. En tanto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Movimiento Ciudadano (MC) y el local Movimiento Auténtico Social (MAS) buscarán el voto sin alianza con Leslie Hendricks, el exmorenista José Luis Pech y Nivardo Mena, respectivamente.

Reconfiguración de élites

Las próximas elecciones podrían derivar en una alternativa inédita en la entidad. No solo por la posibilidad de que llegue un gobierno diferente a los partidos tradicionales del PRI y el PAN, sino porque la aventajada en las encuestas, Mara Lezama, no proviene de las dos “élites” clásicas que los analistas han identificado desde 1974, cuando Quintana Roo se convirtió en estado.

Desde entonces, explica Tania Camal Cheluja, investigadora del Departamento de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Uaqroo), sus gobernadores han sido claramente identificados con dos grupos económicos y políticos de extracción priista: el grupo de Chetumal, en la capital, y el de la isla de Cozumel. Ambos denominados “nativistas” por su rechazo a la incursión en la vida política local de personajes originarios de otros estados.

La instauración de nuevos destinos turísticos como Cancún, a partir de la década de los 70, no sólo permitió un desarrollo económico sin precedentes en el norte de la entidad, sino que propició la creación de nuevos grupos políticos y económicos que, sin embargo, no habían podido acceder a la gubernatura, hasta ahora, comenta Camal Cheluja.

La especialista señala que es con la llegada de Mara Lezama –con residencia en Cancún– que se puede romper esta tendencia, lo que considera es síntoma de una reconfiguración en las élites políticas locales. “Hay recambios en estos grupos tradicionales de poder. No se pueden identificar claramente esos grupos ahora, pero no significa que hayan desaparecido, sino que tiene que ver con su reconfiguración y ascenso de nuevos personajes”, opina.

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Lo anterior no significa, insiste, en que dichas élites hayan dejado de operar y de tener influencia en el estado. De hecho, el pasado 20 de febrero, durante su registro, a Lezama se le vio acompañada de la esposa de uno de los elementos insignia del grupo de Chetumal, el exgobernador Mario Villanueva, acusado de lavado de dinero y de tener nexos con el narcotráfico. “No sé si tiene el mismo peso de antes. Asumo que no, pero aún así es capaz de movilizar gente, incluso desde su domicilio”, comenta.

A la campaña de la candidata de Morena también se han sumado personajes ligados al exgobernador priista originario de Cozumel, Roberto Borge, actualmente preso, acusado de aprovechamiento ilícito del poder, así como militantes del PVEM, con quien va coaligada, y cuya cara más visible es Jorge Emilio González, “El Niño Verde”.

“Sabemos que Mara Lezama es una candidata que enarbola la bandera de Morena, pero la gente que está a su alrededor proviene del Verde y del PRI”, añade la también autora de ¿Quién gobierna Quintana Roo? Estudio de una élite política local. Además, ha conseguido la venia del gobernador Carlos Joaquín González, perteneciente al “grupo Cozumel”, quien –de acuerdo con diversas fuentes– “ha entregado el poder a Morena”.

Por su parte, Laura Fernández, José Luis Pech y Leslie Hendricks representan, considera Camal Cheluja, a la vieja élite política. Fernández, fue secretaria de Turismo con Borge; Pech secretario del exgobernador Joaquín Hendricks, quien es padre de la ahora candidata priista Leslie Hendricks.

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Entre la supervivencia y la continuidad de los proyectos

Las fuerzas políticas de la entidad apuestan por defender sus intereses o su supervivencia en esta elección. El PAN se juega la continuidad o la pérdida del gobierno estatal. Carlos Joaquín terminó con la perpetuidad en la gubernatura del PRI, pero seis años después, señalan analistas, ha entregado la plaza a Morena; mientras que el tricolor busca seguir operando con su núcleo duro y estructuras con décadas de formación, mientras que MC sigue apostando por contender en solitario y posicionarse como una opción de centro.

Por su parte, Quintana Roo es el estado de mayor interés para el PRD, de acuerdo con Leobardo Rojas, su dirigente estatal, en tanto que es el único donde el Sol Azteca siglará al candidato. “Es la prioridad a nivel nacional. Es el estado, de los seis donde vamos en coalición, donde sigla el PRD”, reconoce en entrevista.

Entre las preocupaciones del PRD figuran conseguir al menos el 3% del total de la votación válida emitida el 5 de junio próximo, a fin de no perder el registro como partido político, cuando en la elección pasada sobrepasó el umbral por apenas 0.92%. La misma preocupación ronda en el PT, MAS y Confianza por Quintana Roo, quienes obtuvieron en la elección de 2021: 3.1, 1.8 y 1.5% de la votación, respectivamente.

En tanto que lo que se juega en las próximas elecciones para Morena es un viraje en la historia de Quintana Roo, de acuerdo con Humberto Aldana, líder del partido en la entidad. “O sea, se juega la reivindicación de la gente en el estado de Quintana Roo hacia una vida más digna, hacia un desarrollo económico más importante en todos los puntos, hacia una mayor igualdad, justicia social y un esquema de bienestar, complementando lo que se está haciendo a nivel federal, para que la gente tenga un futuro mejor del que hemos tenido”, señala en entrevista.

Para Aldana, de ganar la coalición, el federalismo “quedaría mejor aceitado”. Con ello coincide Patricia Casados, comisionada nacional del PT en Quintana Roo, quien señala que el interés sigue siendo “apoyar a la Cuarta Transformación”.

Esto ayudaría a facilitar el avance de proyectos como el Tren Maya en la entidad, en tanto que no habría oposición institucional al respecto, lo que preocupea a Eduardo Galaviz, director del Observatorio Legislativo de Quintana Roo, quien señala que el Poder Ejecutivo estatal podría validar iniciativas de ley, programas o megaproyectos, como el tren, sin que la oposición consiga hacer su trabajo en el Congreso local.

Las cuentas que deja Carlos Joaquín

En septiembre próximo será la toma de posesión del o la nueva gobernadora y con ello acabará el sexenio de Carlos Joaquín González –quien llegó al puesto impulsado por la alianza entre el PAN y el PRD–, marcado por la violencia y ataques armados a plena luz del día, al pie de las playas e, incluso, dentro de un complejo hotelero.

En 2016, cuando Joaquín tomó la titularidad del Ejecutivo estatal, se registraron las tasas más bajas de delitos cometidos por cada 100,000 habitantes. En agosto de aquel año la tasa se fijó en 117.86 delitos, pero tres años después la cifra escaló hasta los 398.31 delitos por cada 100,000 habitantes, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano de Seguridad y Género de Quintana Roo.

Los delitos de alto impacto, las extorsiones y relacionados al narcotráfico escalaron de manera exponencial hasta que la pandemia los frenó, lo que no ocurrió, sin embargo, con los delitos contra la mujer. Si en 2016 se abrieron 165 carpetas de investigación por homicidio doloso, para 2018, el año con el récord más alto, se iniciaron 763, un crecimiento de 262.4%, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Con la pandemia, la suspensión de actividades no esenciales y el encierro voluntario pudieron frenar algo la tendencia. En 2020 se registraron 581 carpetas por dicho delito y en 2021, 585. Asimismo, las carpetas de averiguación previas iniciadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) por el delito de extorsión pasaron de 41 en 2016 a 109 en 2021; por narcomenudeo, de 582 a 1,279, y por feminicidio de cero a 25.

Los delitos contra la libertad y la seguridad sexual, donde se incluye el abuso, acoso, hostigamiento sexual, la violación y el incesto, pasaron de 675 en 2016 a 2,553 en 2021, un crecimiento de 278.2%. El sexenio será recordado, también, por haberse cometido uno de los hechos de violación a los derechos humanos más grave de la historia reciente: la represión de una manifestación feminista y pacífica en Cancún, el 9 de noviembre de 2020, cuyo saldo fue el de tres personas, dos reporteros y una civil, heridas de bala.

Aunado a que en los últimos meses, la disputa territorial entre organizaciones criminales ha dejado como consecuencia ataques armados, cada vez más frecuentes, en zonas turísticas e, incluso, a plena luz del día, como la ocurrida la tarde del 21 de enero pasado, cuando un sicario ultimó a dos personas de una banda criminal diferente dentro de las instalaciones del hotel Xcaret, un hecho sin precedentes.

Días después, el 26 de enero, Federico Mazzoni, gerente de Mamita´s Beach Club, ubicado en Playa del Carmen, fue asesinado a tiros. Meses antes, el 4 de noviembre de 2021, un comando armado ejecutó a dos sujetos que se encontraban en las inmediaciones de un hotel de lujo de Puerto Morelos, mientras que a finales de octubre del año pasado, una banda que perseguía a otros miembros activaron sus armas y las balas fueron a dar contra cinco turistas que se encontraban en un bar de Tulum, dos de los cuales murieron en el momento (una proveniente de la India y otra de Alemania).

A decir de Lucio Hernández, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, estos hechos se derivan de la disputa que mantienen grupos como el Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa, Cártel del Golfo y Los Pelones, entre otros. Explica que la llegada de turistas se traduce en derrama económica, pero también en una demanda significativa de drogas. “Estos grupos se disputan el gran mercado que significa el narcomenudeo”, indica en entrevista.

En contraste, uno de los aciertos de Carlos Joaquín ha sido el de recomponer la institucionalidad, derruida durante décadas por gobernadores priistas, dos actualmente en prisión, reconoce Raúl Cazares, presidente del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Sistema Anticorrupción del Estado.

Cazares espera que la próxima administración estatal adopte los recientes aprobados y publicados Plan Estatal Anticorrupción y su Programa de Implementación, con el fin de continuar los trabajos. “Lo que esperamos es que el nuevo gobernador o gobernadora es que asuma el compromiso de adoptar e impulsar de manera fuerte la Política Anticorrupción”, dice al señalar que falta voluntad política y que se aseguren recursos.

Entre la pobreza y el repunte del turismo

Quintana Roo enfrenta, como en el resto del país y a causa de la irrupción de la pandemia de COVID, un aumento de la pobreza. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos pasó de 36.1% en 2018 a 57% en 2020, mientras que la población con ingreso por debajo de la línea de pobreza extrema pasó de 7.1 a 23.1%.

Por lo que el turismo es una de las principales herramientas por atender del próximo gobernador o gobernadora para la recuperación económica. Hacia el término del sexenio, Quintana Roo se posiciona como una de las entidades más importantes en términos de Turismo y generación de empleo.

En 2020, aún con pandemia, llegaron 8.8 millones y para 2021, se recibieron 13.8 millones de viajeros, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo del estado. El año pasado, el turismo dejó una derrama económica de 10.6 millones de dólares, según informa Bernado Cueto, secretario de Turismo estatal. Sólo Cancún, a donde llegaron 4.6 millones de turistas en 2021, aporta más del 5% al PIB turístico nacional.

Por la boyante actividad turística en el estado se generan más empleos que en casi todos los demás estados, aunque la gran mayoría son trabajos informales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Jesús Almaguer, presidente de la Asociación de Hoteles de la zona norte, señala que la actividad turística en el estado guarda un estado de salud positivo, incluso, con una pandemia encima.

Sin embargo, hace falta, considera, invertir más en promoción de los destinos turísticos, mejorar la seguridad y poner un alto al crecimiento de la zona hotelera, que ha sobre pasado su capacidad de carga.

Por su parte, Bertha Medina, presidente de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur de Quintana Roo, reprocha que no se promocionen con la misma intensidad todos los destinos. “Me gustaría que el sur se uniera con la misma intensidad, con los mismos resultados como el norte; me gustaría ver que lo que se viva en el norte, se viva en el sur”, dice. Para ello, subraya, hace falta voluntad política y promoción por parte del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) de la zona sur.

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