El debate
“La política de competencia es también política de bienestar” defendió el diputado de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, aunque su partido desapareció al organismo especializado en propiciar competencia y combatir monopolios.
Pese a esa reserva, el organismo que concentró el interés de los diputados, los de la Cuarta Transformación y los de oposición, fue el Inai.
La extinción de ese organismo, en particular, es un signo de autoritarismo, de “dictadura de Morena” lamentaron los diputados opositores, quienes acompañaron su debate con una manta con la frase “Dictadura de Morena, 99 por ciento”, y un indicador de batería a punto de llegar al 100%.
Pero ya incluso ya resignados a la extinción, los opositores ofrecieron salidas. Como Gustavo de Hoyos, de Movimiento Ciudadano, quien pidió aplazar más tiempo la extinción del Inai y no sólo 90 días.
Sobretodo pidió preservar la Plataforma Nacional de Transparencia que se ha conformado con 15 mil millones de registros y estarían en riesgo.
Del Revolucionario Institucional (PRI), Noel Chávez Velázquez, sugirió: “si ya van a quitar el Inai, de perdida respeten a los estados y a los municipios que sigamos en este curso de transparencia y de buenas prácticas de fiscalización”, pero la reforma ordena la extinción de todo el sistema, federal y local.
Pero como esas, ninguna de las casi 300 reservas prosperó, sólo las dos promovidas por Morena una para crear una mini Cofece sin autonomía, la otra para reforzar el control del Estado sobre la explotación del litio.
Por eso, en el debate se reeditaron los argumentos opositores, como el del panista Héctor Saúl Téllez quien señaló al expresidente Andrés Manuel López Obrador de ser el causante de la extinción de autónomos.
“Fue cierta la amenaza de ´al diablo las instituciones´. Así empezó este gobierno, destruyendo a la Policía Federal y militarizando el país, destruyendo los fideicomisos, los fondos de estabilización, robándose más de 350 mil millones de pesos, de los cuales no tenemos ni una sola noticia” resumió el diputado.
En su recuento de “destrucción” el panista incluyó incluso a instituciones creadas por Morena, como el Insabi desaparecido también por el mismo partido y sin rastro de los 400 mil millones de pesos que se le otorgaron.
Por eso sostuvo que Morena quiere echar mano de los casi 5,000 millones de pesos de los organismos constitucionalmente autónomos (oca), cifra que equivale a las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a tres megaobras.
En el México sin INAI, lamentó Laura Ballesteros, de MC, la corrupción y la opacidad será la regla.
“Cuando les pregunten a los militares, ya ni siquiera tendrán la obligación de responder a un Instituto que ya no va a existir, que constantemente les solicitó información y nunca la transparentaron por motivos de seguridad nacional. Siempre ocultaron bajo esos motivos, sin importar si estaban contratando lápices o armas”, acusó.
“¡Fuera máscaras, les estorban los derechos humanos de la gente para avanzar en su proyecto de nación, díganlo ya de una vez””, alertó la emecista
Mientras, Paloma Domínguez, del Revolucionario Institucional (PRI) recordó que de acuerdo a la relatora especial sobre el derecho de la privacidad y la relatora especial sobre la promoción y la protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU, han señalado que el acceso a la transparencia y la rendición de cuentas sólo se logra si órgano garante no está bajo la influencia del poder político.
“Señalan que atomizar este órgano autónomo para que sus funciones sean desempeñadas por instituciones dependientes del Estado, nulificaría el potencial que tiene como mecanismo de democratización del poder público y que la fragmentación de responsabilidades puede conducir a una falta de coherencia y eficacia”, recordó.
Del lado contrario, los morenistas y sus aliados insistieron en un discurso monotemático: que los OCAS representan muchos recursos y nulos resultados,
“No han dado los resultados que esperó o que espera México y lo acaban de decir también ustedes, hay corrupción”, sostuvo el morenista Ricardo Crespo.
“Después de su creación se volvió una administración pesada, lenta y en muchos casos mañosa”. dijo.