Además en el sector hay corrupción –según el senador Eli Cervantes, de Morena- y eso propicia la expedición de matrículas falsas, licencias de pilotos vencida, tripulaciones y pasajeros con datos erróneos, aeronaves con matrícula sobrepuestas, utilización de aeronaves de desecho.
Se suma el uso de aeronaves para el transporte ilegal de hidrocarburos y drogas, operación de pistas clandestinas, funcionarios que facilitan vuelos ilícitos, entre otros.
El senador Miguel Ángel Mancera, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo que sí hay vacíos legales que cubrir, por ejemplo para evitar el tráfico de combustible, pero la ley no es idónea y quedó con vacíos, por ejemplo, se creó de un Sistema de Vigilancia, pero no se le dieron facultades.
¿Quién mandará sobre los cielos mexicanos?
Tres instancias tendrán relación con ello y estos son: un Consejo Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CNVPEA), el Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAV), además de un Sistema de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo Mexicano (SVPEA).
El Consejo es de seis miembros y será encabezado por el presidente, y los titulares de la Sedena, Secretaría de Marina (Semar), Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC); de la SICT y de la Comandancia del Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo, quien fungirá como titular de la Secretaria Técnica del Consejo.
Ninguno cobrará salario y podrían acudir invitados permanentes sin voto a las reuniones, entre ellos los titulares de la Fuerza Aérea o de la Guardia Nacional.
Entre sus funciones estará “emitir las políticas de coordinación e intercambio de información entre las dependencias y entidades de la Administración” para proteger el espacio aéreo.
El Centro, por su parte, será dependiente de Sedena. Será operativo. Se encargará de tareas de supervisión, alertamiento, interceptación aérea (en caso de vuelos no autorizados o vuelos clandestinos), identificación y asistencia de aeronaves.
El Sistema de Vigilancia –de la que no se desglosaron sus facultades- será la instancia de coordinación entre las cinco Secretarías y ocho entidades que lo integran, con el fin de inhibir y contrarrestar las operaciones aéreas ilícitas que atenten contra la seguridad nacional.
Ahí estarán integradas Sedena junto con la Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana, y la comandancia del Centro Nacional para la Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo; la Semar y su Jefatura del Centro de Operaciones. La SICT y sus órganos Agencia Federal de Aviación Civil y los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Senaem).
LA SSPC acudirá con la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia, y Segob con el Instituto Nacional de Migración (INM).
¿Se afectarán vuelos comerciales o recreativos?
De acuerdo con la senadora Ruiz Massieu (PRI), sí habrá restricciones a la aviación civil, a vuelos recreativos, experimentales o de movilidad.
Esto porque “serán considerados sospechosos y causa de seguimiento militar”.
Para el emecista Sergio Barrera, la legislación nueva omite las funciones de la SICT “y la capacidad de su personal civil capacitado no solo es inconstitucional, también aumenta el riesgo de maniobras aéreas que pueden derivar en accidentes”.
La implementación de la nueva ley, añadió, “invadiría competencias, generando problemas de coordinación que podrían derivar en accidentes aéreos”.