Por su parte, María Larriva, investigadora de incidentes aéreos, señaló que es muy distinta la teoría con la que fueron rediseñadas las nuevas rutas aéreas propuestas por Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) con la realidad, ya que no todas las aproximaciones hacia el AICM son iguales y eso influye en el alto riesgo en la zona cero.
“¿Por qué los aviones la alargan (la vuelta hacia el AICM) o la acortan, porque las aeronaves vuelan de acuerdo a sus características, el tamaño del avión, el peso, hasta el criterio del piloto, entonces eso de que los aviones vuelan como está pintado en el papel pues es una gran mentira”, explicó.
Consultado por Expansión Política, José Alfredo Covarrubias secretario general del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos (Sinacta), consideró que no es recomendable que los aviones tengan dos rutas de aproximación –norte y sur– y que ambas confluyan en un mismo punto porque esto complica las operaciones aéreas y las maniobras tanto de pilotos, como de los controladores aéreos.
“Hay que ir viendo cómo se van secuenciando los aviones, necesita mayor atención del controlador y la pericia que sepa mantener esa separación entre aeronaves, es muy complicado si viene una del norte y otra del sur y en la zona cero es riesgoso porque las aeronaves están de frente", señaló.
Los vecinos del poniente de la Ciudad de México confían que con la salida de Víctor Hernández del SENEAM, el gobierno federal tome cartas en el asunto y se analice la posibilidad de revisar el rediseño del espacio aéreo o incluso volver a la antigua ruta de aproximación que operó con poco riesgo durante 30 años.
Todo el día tenemos cada minuto un avión arriba de nuestras casas a un promedio de 300 y 400 metros de altura".
Lucy Gaubeca, representante de vecinos del poniente de la CDMX