¿Qué escenarios enfrentaría la iniciativa de la GN? ¿Cómo se aprobaría?

La fórmula sería solicitar, en la sesión convocada para mañana en la Cámara de Diputados, se le dé trámite “de urgente y obvia resolución” para dispensarle todos los trámites normales de un proceso legislativo: turno a comisiones, análisis y dictaminación, así como tiempo para su publicidad y lectura ante el pleno, y al saltarse todos esos pasos podría ser conocida de inmediato por la plenaria.

La aprobación, eso sí, podría prolongarse durante horas, si se presentan mociones suspensivas para rechazar esa tramitación exprés, misma que podrían promover Morena y sus aliados, y luego para el desahogo de las reservas que ya se anticipan en la oposición para cuestionar la propuesta presidencial, para empezar porque a su juicio la transferencia de la GN a la Sedena requiere reformas constitucionales, pero dado que la 4T no tiene los votos suficientes busca cambios a leyes secundarias.

Pero para conseguir el procesamiento fast track sólo hay tres requisitos, además de la votación: que en la sesión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que preside el líder de los legisladores de Morena, Ignacio Mier, y se realizará mañana viernes, previo a la sesión, algún diputado solicite la inscripción de la propuesta en el orden del día de la plenaria y expresamente pida se le dé trámite de “urgente y obvia resolución”; que circule el documento entre las bancadas y que se consiga la votación del pleno legislativo.

Ese mecanismo para imprimir velocidad a los asuntos legislativos está permitido y regulado por el Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos (RGICG) en sus artículos 60 y 159 y el Reglamento de la Cámara de Diputados en sus artículos 62, 65, 76, 79, 82, 100, 113, 139 y 220.

De acuerdo al RGICG, “para calificar los casos en que los asuntos son de urgente u obvia resolución se requieren las dos terceras partes de los votos presentes”.

Sin embargo, la práctica parlamentaria establece que basta mayoría simple (la mitad más uno), de acuerdo al glosario del Sistema de Información Legislativa (SIL) del Congreso, que establece que “el pleno determina mediante votación simple si el asunto es considerado de urgente u obvia resolución. En caso contrario el asunto se turna a las comisiones correspondientes y sigue su trámite normal”.

El presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, se adhirió a esta última disposición, y hoy en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, explicó cómo procedería en caso de que alguien solicitara ese trámite exprés.

De darse ese caso, indicó, “es que una vez que se presente la iniciativa en el pleno, el que hace la presentación puede pedir al pleno que se trate como de urgente y obvia resolución, entonces a mí me tocará con base en este planteamiento poner a discusión y votación de pleno y ahí no se requiere mayoría calificada porque es una legislación de carácter secundaria y se requiere mayoría de los presentes”.

“Entonces yo pediría el voto si ese fuera el camino y una mayoría de los presentes decidirá si se da un trámite de urgente y obvia resolución”, expuso el legislador del PAN.

¿Qué es el trámite de urgente y obvia resolución?

Es un mecanismo que consiste en permitir que un asunto (iniciativa de reforma o proposición con punto de acuerdo) sea sometido a discusión y votación del pleno de las Cámaras del congreso sin que tenga que ser remitido por la mesa directiva de alguna de éstas a la comisión correspondiente para seguir un proceso legislativo tradicional.

Esta vía normal, para el caso de iniciativa de reformas legales o creación de leyes, consiste en la presentación de la iniciativa, turno a la o las comisiones para su estudio y dictamen, análisis de ese grupo o grupos legislativos para aprobar su dictamen; remisión a la mesa directiva para su inclusión en el orden del día de la sesión correspondiente, y en esa fecha la primera y en su caso, simultáneamente o diferida, segunda lectura del documento al momento de que se presente ya a discusión del pleno.

Luego se sometería la propuesta a discusión en lo general, luego en lo particular y más tarde a votación para su remisión a la Cámara revisora, en este caso, al Senado, que turnaría la minuta a comisiones para el proceso de dictaminación. Una vez que en esa colegisladora se cumplen los pasos, se discute y vota en el pleno, de aprobarse se turna al Ejecutivo para su promulgación y publicación, con el fin de su inicio de vigencia

Es un escenario posible: Creel

En la entrevista con Aristegui Noticias, Creel Miranda indicó que existen diversas formas por las cuales se podría dar el procesamiento de la iniciativa en cuestión, pero si se solicitará esa vía expedita no tiene conocimiento hoy, sino hasta que mañana, en sesión de Jucopo, algún legislador la solicite.

“Podría ser el trámite de urgente y obvia, la respuesta es: sí. Esto se planteará mañana y lo sabré a partir de lo que resuelva la Jucopo”.

Adelantó que de presentarse ese que hoy es uno de los escenarios posibles -el otro es el proceso legislativo común-, él ofrece las garantías de que todos los grupos parlamentarios y sus diputados ejerzan su derecho a participar en la discusión y votación.

De aprobarse el mecanismo rápido quienes no están de acuerdo pueden pedir distintas mociones suspensivas para expresar su desacuerdo y sus razones, y “vendrá otra discusión que puede ser muy larga pues no hay un número limitado de mociones de esta naturaleza. Pueden ser o no, pueden ser las que quieran presentar cada uno de los diputados o diputadas”.

“Estas mociones de suspensión yo las pondré finalmente, una vez que se acabe esa discusión, a votación en el pleno. Se discute una por una, no en conjunto, y se pondrán a la discusión del pleno y si se desechan las mociones de carácter suspensivo, entonces procede de urgente y obvia resolución”, dijo.

Llegado ese punto iniciaría la discusión con posicionamientos de cada uno de los grupos parlamentarios, con dos rondas de oradores, primero con un orador en contra y uno a favor, la primera ronda de seis oradores. Si al final se acuerda que está suficientemente discutido se somete a votación, pero “si no están de suficientemente discutido hace otra ronda de tres y así hasta que finalmente se da por satisfechos los diputados”, detalló.

“Cuando esto ocurre se pondrá a votación primero en lo general esa pieza legislativa y en segundo en particular, si hay reservas, generalmente hay, y pueden ser las que se consideren” por lo que está en veremos la duración del debate, indicó.

Desahogadas las reservas, refirió, se pondrían a votación cada una de ellas para conocer si se desechan o se aprueban “y aprobándose se hace en la votación completa y es cuando ya se aprueba”.