Por ello, las legisladoras presentaron una iniciativa que busca reformar y adicionar el artículo 325 del Código Penal Federal en materia de violencia ácida y feminicidio, "tomando en cuenta la naturaleza jurídica del feminicidio, diferente a la del homicidio, como tipo autónomo, ya que éste no sólo se limita a la privación del bien jurídico que es la vida, sino que intervienen otros elementos que dotan de complejidad a este delito".
En la iniciativa se resalta que el uso de sustancias corrosivas y abrasivas, tienen la clara intención de infligir una" violencia extrema" a través de la provocación de sufrimiento, la cual puede tener como consecuencia la vida, pero que también pueden afectar otros bienes jurídicos considerados dentro del delito de feminicidio, como lo son la dignidad, la integridad corporal y el derecho a una vida libre de violencia.
La propuesta fue presentada debido a que actualmente los ataques con ácido son investigados, pero como un delito de tipo homicida, por lo que al establecerlo como una lesión se puede actuar en detrimento de la forma en que se juzga y atentar con la progresividad de los derechos de las mujeres.
Las diputadas apuntaron que con dicha propuesta se pretende proteger a la persona que sufra lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia, donde se hayan utilizado sustancias corrosivas, abrasivas o cualquier otra que provoque una lesión visible y permanente en el cuerpo de la víctima.