Los adjetivos y las descalificaciones pero no las cifras de ajustes, dominaron el primer día de análisis en lo particular del Presupuesto de Egresos 2022, del que no se movió un peso.
En las primeras doce horas de discusión, de las casi 100 que se esperan, los diputados federales de Morena y sus aliados rompieron récord de bateo, al eliminar las primeras 148 reservas al dictamen –de 1,994 en total– y sin admitir ni un solo cambio.
La única modificación que Morena aceptó este jueves fue censurar la palabra “imbécil” del Diario de los Debates como nombró un diputado de Acción Nacional (PAN) al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
“Se le conmina a no usar palabras que ofendan o denigren”, instó el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el diputado Sergio Gutiérrez Luna, de Morena, al pedir al panista Fernando Torres Graciano se retractara de la ofensa.
Pero éste no se arredró. Entonces, el presidente de la Cámara ejerció su facultad y ordenó, ipso facto, eliminar el adjetivo.
Pero a cambio de la palabra censurada, López Gatell recibió muchas más: “es el arcángel de la muerte”, dictó el también panista Carlos Valenzuela.
“El doctor muerte […] este miserable, cretino, necio, infeliz, mísero, mezquino y asesino... y faltan calificativos”, enlistó Mariana Gómez del Campo, del PAN.
Así una parte de la discusión sobre el gasto en salud, en la primera de una serie de sesiones continuas que se esperan en San Lázaro, en donde a diferencia de ayer se presentó un reducido contingente de personas que durante horas bloqueó parcialmente accesos a la Cámara, en demanda de recursos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, el expresidente expanista Felipe Calderón y Hugo López-Gatell fueron los tres personajes favoritos que dominaron hoy la tribuna, sin ser legisladores.
El primero en “subir” fue el presidente López Obrador. El viernes 13 de noviembre será su cumpleaños 68 y, expuso el panista Elías Lixa, “les pido que le ayudemos a cumplir su palabra y no sólo años”.
"El presidente está enojado", agregó el también albiazul –al igual que su bata quirúrgica– Éctor Jaime Ramírez Barba, quien resaltó el regaño del presidente a su secretario de Salud: “ayer dijo 'no quiero oír que faltan fármacos y no aceptaré excusas'", citó el panista.
Por eso pidió elaborar un padrón de niños con cáncer, reactivar las plantas de medicinas oncológicas, y que la vacunas anti COVID sean para niños, pero tampoco pasó, pese al enojo presidencial.
Otro que subió a López Obrador a tribuna fue el panista Jorge Triana. Con camiseta y gorra de béisbol, acusó que la oficina de la Presidencia para el Beisbol, ha contado con 566 millones de pesos cada uno de los tres años de gobierno sólo para el “deporte de la pejeoligarquía”.
Pero al bat entró la petista Maribel Martínez Ruiz: “les ofende que se pueda gastar en el aliento al deporte, al beisbol. A nosotros lo que nos ofende es que se gaste el dinero en cosas inútiles” dijo al recordar a Calderón y su Monumento Bicentenario, la “estela de Luz plagada de corrupción” y con mil 300 millones de pesos.
“No nos ofende que nos digan oficialistas, paleros, rémoras o aliados, porque es un honor estar con Obrador.. dicen que no le cambiamos una coma al presupuesto. Por supuesto que no le cambiamos una coma al presupuesto”, advirtió.
También subió a tribuna de San Lázaro Calderón Hinojosa, en voz del petista Gerardo Fernández Noroña, quien leyó la carta que el exmandatario envió al PAN en 2018, para renunciar a él y denunciar la falta de democracia interna.
“Resulta muy difícil –dijo el del PT- aceptarles guarderías ABC a los largo y ancho del país”, reviró a panistas y perredistas, que pidieron revivir las estancias infantiles.
“Los voy a invitar a ver un CENDI en Colima, hasta alberca tienen”, dijo en referencia a los centros infantiles que maneja el PT, cuyos dirigentes reciben millones de pesos de gobiernos estatales para operar.
Cayó en suerte que enseguida tocó a Margarita Zavala, de la bancada panista, subir a tribuna.
Entonces empezó el desorden, pues como ha ocurrido cada vez que quiere usar la tribuna, apenas se oyó su nombre, y comenzó el coro de recibimiento “A-B-C, A-B-C” de morenistas y petistas.
Ahora, además, diputadas de ambas bancadas pidieron un minuto de silencio en memoria de los 49 niños que fallecieron en esa guardería sonorense, durante el sexenio calderonista.
Pero empezó el duelo de tragedias. Frente a la del ABC, los panistas recordaron que este gobierno de Morena no ha esclarecido aún el paradero de los normalistas de Ayotzinapa.
Y de paso pidieron días de silencio: un minuto por 600 mil muertos de Covid, por los 11 feminicidios diarios, los 100 mil homicidios a manos de la delincuencia organizada o los 26 fallecidos en el siniestro de la Línea 12 del metro.
Zavala, arropada por diputadas del PAN, del Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) apenas pudo hablar, pero pidió recursos para mujeres y su propuesta fue ignorada.
Como las de ella, hubo otras propuestas, del PRI, del PRD y de Movimiento Ciudadano (MC), y el PVEM casi desapareció del pleno.
En horas de debate, la única reserva que pareció convencer, incluso a Morena y PT, fue la creación de un fondo de accesibilidad para personas con discapacidad, planteada por la priísta Yolanda de la Torre, pero la discusión fue pospuesta y luego rechazada, sin más.
Horas antes, la misma diputada del PRI había propuesto no mover un peso, pero si incluir una nueva redacción, para que el presupuesto y sus programas se apliquen con visión de “inclusión y la accesibilidad de las personas con discapacidad”.
“Les suplico, no lo rechacen de tajo”.
Pero como esa, una a una, las bolas rápidas de la oposición con cambios al presupuesto fueron bateadas sin análisis, por legisladores de la cuarta transformación, que jugaron así el deporte favorito del presidente, el béisbol.
