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Gabriel García: “El único traidor es el que no acepte la voluntad del pueblo”

Gabriel García, el exencargado de los programa sociales del gobierno federal señala que serán las encuestas las que definan al abanderado a la presidencia pues representan la voluntad del pueblo.
mar 13 julio 2021 11:59 PM
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Gabriel García está de regreso en el Senado, que dejó en noviembre de 2018, para desde el primer día del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador ser su mano derecha en materia de programas sociales.

La carrera anticipada por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República “es una pérdida de tiempo” porque al final una encuesta lo decidirá todo, y quien no acepte los resultados será “un traidor”, advierte el senador de Morena Gabriel García Hernández.

En entrevista con Expansión, el excoordinador General de Programas Integrales de Desarrollo del gobierno federal y quien hace unos días regresó a ocupar su curul en el Senado, es claro: lo mejor es dedicarse cada quien a lo suyo, organizar al pueblo y no a crear grupos ni hacer “politiquería”.

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El amo es el pueblo... a través de las encuestas

García Hernández es cercano al presidente López Obrador, y como apoderado legal de la Asociación Civil Honestidad Valiente, coadyuvó a mantener vivo su movimiento, desde el conflicto poselectoral de 2006 y hasta 2012; además fue responsable de organizar a Morena para obtener su registro como partido, en 2014.

Por eso, su retorno al Senado es considerado como un movimiento político del presidente con rumbo al 2024. Rumbo a esa elección el mismo presidente abrió las cartas, al mencionar, apenas pasaron las elecciones del 6 de junio, a los posibles candidatos de Morena a la presidencia de la República.

En la lista mencionó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; al representante de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente; al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, a la secretaría de Economía, Tatiana Clouthier y a la de Energía, Rocío Nahle. Mientras que el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, también ha alzado la mano para participar en la eventual carrera presidencial.

Sin embargo, García Hernández subraya que no es conveniente distraerse ahora en la sucesión, al advertir que se podrían generarse grupos y disputas.

“Hay quienes dicen que en la política todos son amigos hasta que compiten por el mismo puesto, pero, ¿qué se va a hacer para contrarrestar eso? Lo que pienso es que en vez de dividir a un movimiento de transformación y crear grupos de poder y de politiquería, nos debemos dedicar a informar a la gente, a tocar puertas, a escuchar las necesidades del pueblo y a respetar las encuestas, así la pelea interna se puede evitar.

“Todo lo demás es perder tiempo y el tiempo que no hay que perder es la organización de la gente, porque sí necesitamos tener mucha cercanía con la gente para proteger el proyecto de nación”, advierte.

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A su juicio, las encuestas son el procedimiento “más exacto y más perfecto” que se tiene hasta este momento, para decidir por el próximo abanderado morenista a la presidencia, e incluso ante la eventualidad de que haya quien desconfíe de las encuestas, considera que es factible construir ejercicios confiables y “sin cuchareo”.

“¿Para qué nos mortificamos, si el verdadero amo es el pueblo?", cuestiona el legislador quien señala la necesidad de que desde hoy, debiera existir un compromiso explícito de todos quienes aspiren a esa candidatura a aceptar la encuesta como el método para elegir al abanderado a la presidencia para 2024, pues eso evitará la división y creación de grupos que podría permitir a las “fuerzas conservadoras y reaccionarias” avanzar.

“Si respetan la voluntad mayoritaria de la gente desde antes no tiene por qué que haber división. Aquí el único que sería traidor es el que no acepte la voluntad del pueblo (a través de las encuestas), entonces no tenemos de qué preocuparnos porque yo espero que todos los compañeros están preparados para la decisión mayoritaria de la gente”, señala García Hernández.

“Si respetan la voluntad mayoritaria de la gente desde antes no tiene por qué que haber división. Aquí el único que sería traidor es el que no acepte la voluntad del pueblo (a través de las encuestas)".
Gabriel García, senador de Morena.

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De acuerdo al senador es positivo que haya varios presidenciables en Morena, y “lo único que sí pediría es que pase lo que pase no nos dividamos porque hay objetivos superiores”.

Regreso al Senado

Sobre su regreso al Senado, Gabriel Hernández asegura que no tiene la intención de coordinar a los senadores morenistas, cargo que hoy ocupa Ricardo Monreal y tampoco, busca bloquear las aspiraciones de éste a la candidatura presidencial de Morena.

“Vengo a trabajar en equipo, una cuña es un sostén, algo para que algo deje de moverse, para que no avance, no es mi papel, ni es una encomienda del presidente de ser una cuña o ser un freno (a Monreal). En todo caso mi compromiso es ayudar a todo cuanto sea posible”.

Dice que su regreso a la Cámara alta fue una decisión consensuada con el presidente López Obrador, pero éste no le dio ninguna encomienda en particular con relación al liderazgo en el Senado.

“No busco ningún puesto posterior, ni brincar a ninguna otra responsabilidad más que regresar a la vida partidaria y ahora también legislativa”.

Operador hacía el 2024

García Hernández fue el primer secretario de Organización de la dirigencia nacional de Morena, actividad que desde otra trinchera desea retomar. Por eso, indica, un segundo objetivo de su regreso al Senado es volverse a dedicar a las tareas partidarias.

“Regresamos al territorio completamente […] mi decisión es poder participar en lo que considero más importante, que es la organización de la gente y para que este proyecto pueda continuar necesitamos participación activa en la vida política y eso lo puedo hacer como senador y no como funcionario público”.

Además, quien era su suplente, Alejandro Peña, se prepara para llegar formalmente a las tareas de organización de la dirigencia nacional de Morena, por lo que el escaño no podría quedar acéfalo, explica.

En la entrevista, aprovecha para aclarar que si bien tiene interés en impulsar a Morena, en las pasadas elecciones no hubo uso de los programas sociales con fines electorales, y los servidores de la Nación no fungieron como operadores políticos, como acusaron todos los partidos de oposición.

“De todos los casos que me llegaron recuerdo dos, no eran servidores de la nación, algunos se ponían el chaleco pero no lo eran, la mayoría eran montajes. Si hubiera sido, hubieran llovido denuncias y se hubiera cuestionado la elección”, lo que no fue el caso.

García Hernández también se defiende, por primera vez, de las acusaciones en su contra durante año y medio que duró el conflicto interno por la dirigencia nacional de Morena, en que la exsecretaria general en funciones de presidenta, Yeidckol Polevnsky, lo señaló tanto de inflar como de “rasurar” y retener el padrón de ese partido para incidir en el proceso interno.

Eso es falso, asegura García Hernández: “en todo el tiempo que fui funcionario estaba impedido a pronunciarme sobre todas las difamaciones que se dieron en ese momento” pero el padrón morenista, de 3.1 millones de afiliados, “se entregó a la secretaria general”.

“Yo puedo asegurar que cada uno de esos afiliados eran personas que de forma libre y voluntaria se inscribieron” por lo que no había irregularidades (...) los dirigentes se confundieron, para decirlo de forma elegante”, expresa el exfuncionario federal y hoy legislador morenista.

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