En el caso del diputado Huerta, ningún legislador votó en contra en la Sección Instructora, pero el caso de Toledo Gutiérrez ha estado en controversia, por supuestas irregularidades procesales.
En una maniobra legislativa, se buscaba que Toledo mantuviera su fuero como diputado hasta tomar protesta en la nueva Legislatura, pues fue reelecto en las elecciones del 6 junio pasado.
El exdelegado de Coyoacán concluiría su periodo actual como diputado federal con fuero el próximo 31 de agosto, en que la 64 Legislatura de la Cámara de Diputados termina su mandato constitucional, pero dos días antes tomaría protesta nuevamente como diputado, luego de que ganó su reeleción el 6 de junio.
Toledo buscó durante meses que el diputado de Morena, Pablo Gómez, presidente de la Sección Instructora y responsable de dictaminar sobre la procedencia de los desafueros, se excusara de participar en su caso, debido a las diferencias políticas que -según acusó su defensa- no permitirían imparcialidad.
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En marzo Gómez fue retirado del caso temporalmente pero lo retomó más adelante.
Se trata de actuaciones de “retraso o celeridad selectiva”, de acuerdo a la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Claudia Pastor, integrante de la Sección Instructora y única opositora en ese grupo, con mayoría de Morena (con dos votos) y aliados (con un voto del PT) .
Desde 2019, Toledo se asumió aliado de Morena, a cuya mayoría calificada colaboró en reformas promovidas por la “cuarta transformación”, pero siempre fue rechazado por la bancada morenista, a cuyas filas no pudo integrarse .
En agosto de 2020 se oficializó su pertenencia a la bancada del PT, partido que lo postuló para reelegirse por un distrito de Puebla -que ganó- y no por distrito 23 de la Ciudad de México, por el que hoy es diputado.