Tiembla 'techo de cristal' en Cámara, diputadas van por toma de decisiones
Para mujeres legisladoras que han impulsado una agenda de temas paritarios, éste tema también deberá permear en 30 congresos locales a instalarse del 18 de agosto al 13 de noviembre.
Por disposición legal, las próximas diputadas federales de la 65 Legislatura podrán romper por fin el “techo de cristal” y acceder por derecho a todos los cargos de decisión de la Cámara de Diputados, en condiciones paritarias.
Las reformas a nueve artículos de la Constitución en materia de “paridad total” aprobadas y vigentes desde 2019 ya obligaron a cumplir ese principio paritario en las candidaturas a cargos de elección popular, antes obligatorios sólo en lineamientos electorales.
Publicidad
En adelante, con esas mismas enmiendas deberá garantizarse el acceso de las mujeres a todos los cargos de decisión de los tres poderes del Estado, en todos los niveles de gobierno y todos los órganos autónomos.
Así, las diputadas estrenarán las nuevas reglas a partir de septiembre, en que se instalará la nueva legislatura de la Cámara de Diputados, y lo harán pese a que el Congreso incumplió el artículo segundo transitorio de esas reformas, que fijó un plazo “improrrogable” de un año (junio de 2020) para reglamentar ese acceso paritario a todos sus órganos directivos.
Pero aún está por verse que esto pueda cumplirse, pues todavía se advierten resistencias de las dirigencias de los partidos, que ante la falta de reformas que regulen esas nuevas obligaciones, tendrán bajo su responsabilidad que la disposición constitucional se cumpla.
La “paridad en todo” rebasa a San Lázaro y deberá alcanzar a los 30 congresos estatales recién electos (a instalarse entre agosto y noviembre) y en los que también las legisladoras locales deberán integrarse en paridad a cargos legislativos y de conducción política.
De cumplirse, está por iniciar el periodo histórico con más mujeres en posiciones de decisión en poderes legislativos, además de gobierno, por la llegada de cinco mandatarias estatales que se sumarán a la jefatura de gobierno de la cuidad.
Al menos en los 19 congresos del país donde Morena logró ser mayoría legislativa se insistirá en que esa es una norma constitucional, ofrece la secretaria general morenista, Citalli Hernández.
“Es una convicción del partido, habrá una indicación de que podamos intentarlo, a veces depende de los perfiles, que no necesariamente están ligados al género, pero hay muchas mujeres valiosas que podrán asumir el mayor número de órganos de gobierno en la historia del país”, sostiene.
“A veces los espacios más importantes, las comisiones y órganos de decisión recaen en hombres, ahora promoveremos que haya paridad y que no nos manden a las mujeres sólo a temas de mujeres”, asegura la también senadora morenista con licencia.
Por lo pronto, serán más diputadas que legisladores varones en 10 congresos locales, entre ellos los de Sinaloa, Oaxaca, Ciudad de México, Yucatán y Jalisco.
Publicidad
Apuntan la mira
Los órganos de gobierno de la Cámara de Diputados que deberán ser paritarios son la Junta de Coordinación Política (Jucopo), la Mesa Directiva, la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Parlamentarios, y la Mesa de Decanos.
De esos cuatro, sin embargo, destaca la Jucopo, en la que recae el manejo político y administrativo de la Cámara, la asignación de recursos a las bancadas, la conformación de las comisiones, los nombramientos en cargos administrativos, y las propuestas de discusión de acuerdos y temas políticos en el pleno legislativo.
En importancia, le sigue la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara, misma que ostenta la representación legal de ésta y tiene la facultad (recientemente a debate) de presentar controversias constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), además de conducir los debates en el pleno.
Por eso, ambos órganos están en la mira de todos los diputados al arranque de cada Legislatura, pues aspiran a integrarlos y hacer carrera política o avanzar en ella desde esas posiciones.
De menor importancia son la Conferencia, que fija el calendario de sesiones y propone al pleno los nombramientos de Secretario General y de Contralor de la Cámara, además de la Mesa de Decanos, responsable del proceso de instalación de la Cámara al inicio de cada Legislatura.
Las resistencias
La 64 Legislatura en curso, con 241 mujeres (48.2% de la Cámara), ha sido sin duda la de mayor avance.
La mesa directiva actualmente está presidida por una mujer, la diputada Dulce María Sauri Riancho, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en 2020 fue encabezada por Laura Rojas, de Acción Nacional (PAN).
De las 46 comisiones 20 las encabezan legisladoras (43.47%).
En entrevista, Sauri destacó que hubo avances en la Legislatura que está por concluir: la mesa directiva, de 11 integrantes, tiene actualmente nueve mujeres y dos diputados varones, y por segunda ocasión una mujer ocupa la Secretaria General de la Cámara: Graciela Báez Ricardez, quien podría ser reelecta para la próxima legislatura.
Ahora tocará a las nuevas diputadas ir por los órganos de gobierno y comisiones. Máxime porque, recordó, con una proyección de que lleguen a San Lázaro 248 legisladoras, habrá una “paridad plus”.
Por eso, con o sin regulación en materia de “paridad total”, el principio constitucional está vigente y debe cumplirse, aunque será todo un reto que deberá comprometer a los partidos, no sólo a los legisladores, admite.
“La Jucopo es el resultado de las decisiones que se toman en los partidos, no sólo en las bancadas”, explica Sauri (PRI), por eso será de alta complejidad que la paridad llegue a esa instancia.
Es en la Junta en donde habrá más rechazo al cambio, reconoce también Verónica Juárez Piña, coordinadora de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y quien por esa calidad pertenece a esa instancia de gobierno camaral.
“Está el argumento de que ahí no aplica la paridad porque los coordinadores se eligen de acuerdo a las reglas de cada grupo parlamentario, o dependen de la opinión de las direcciones nacionales, como en el caso del PAN”.
Por eso considera que los partidos pondrán a prueba su voluntad real de cumplir con las reglas paritarias, que quedará a expensas de que se elija a coordinadoras mujeres.
Publicidad
Y es ahí donde se concentran decisiones en teoría políticas, pero también legislativas: “desde el orden del día, hasta qué temas avanzan y cuáles no. En realidad, la Junta decide incluso por encima de los derechos de los legisladores, es el poder real”, asegura.
La muestra es que, refiere Tagle, “un diputado puede presentar una iniciativa, cabildearla, y lograr que se apruebe en comisiones, pero si la Jucopo no lo autoriza, nunca sube al pleno”.
La Jucopo, define la diputada de Morena, Lorena Villavicencio, “es la extensión de este patriarcado, donde al final se ponen de acuerdo los hombres para decidir cuáles iniciativas deben pasar al pleno y cuáles no”.
Pero las diputadas no han podido tener mayor presencia ahí, pese a ser, ya casi, la mitad de la Cámara.
De febrero de 2019 y hasta enero pasado había estado en esa Junta sólo una mujer, Juárez Piña (PRD), y a partir de ese mes se integró Fabiola Loya, lideresa de la bancada de Movimiento Ciudadano, a quien tocó un tramo prácticamente ya sin trabajo legislativo.
Aunque hoy la expectativa de la paridad esté puesta en la Jucopo, ésta ya tuvo presidentas: la exdiputada Elba Esther Gordillo, entonces del PRI (2003-2004), Josefina Vázquez Mota, del PAN (2010-2011) y Mary Telma Guajardo Villarreal, del PRD (2012).
Sin embargo, su presencia en Legislaturas dominadas por varones no incidió de manera sustantiva en el avance de temas de género, ni en mayor presencia de legisladoras en instancias decisorias.
Según el documento “La participación política de las mujeres en la Cámara de Diputados” elaborado por Avelina Morales y Armando Zazueta, de la Dirección General de Servicios de Documentación y Análisis de ese órgano, las mujeres han tenido escasa participación en órganos de gobierno, aunque cada vez más han llegado a San Lázaro gracias a cuotas de género.
El texto Las Mujeres de San Lázaro, a cargo de la Secretaría de Servicios Parlamentarios de la Cámara –aún en proyecto de publicación– refiere que la primera mujer diputada asumió en la 42 Legislatura, en 1954. Hasta la siguiente, en 1957, una diputada encabezó una comisión legislativa y la primera en presidir la Cámara por un mes, como era entonces, lo hizo hasta 1966.
Pero la primera legisladora en encabezar el principal órgano de decisión de la Cámara, la Jucopo, fue Gordillo. Y pese a ese liderazgo femenino, y que había 112 diputadas (22.4% de San Lázaro), sólo seis legisladoras encabezaron una comisión.
Hasta entonces, aún había comisiones “tradicionalmente” reservadas para mujeres: Equidad y Género, Atención a Grupos Vulnerables, aunque en esa ocasión si presidieron algunas relevantes como Justicia y Derechos Humanos, Relaciones Exteriores y Desarrollo Social.
En la 61 Legislatura, bajo la presidencia de Vázquez Mota y Guajardo Villareal, 10 diputadas presidieron comisiones, aunque había 159 legisladoras.
En ambos casos y durante varias legislaturas más, los documentos reflejan una numerosa presencia de diputadas en órganos de gobierno y comisiones, pero como vicepresidentas o secretarias de mesa directiva o como secretarias de comisiones legislativas, es decir, cargos sin poder decisión real.
El club de Tobi
En entrevista, Juárez Piña (PRD) única diputada en la Jucopo durante casi dos años y medio, expone que esa fue una experiencia en la que a veces hubo que remar a contracorriente, sobre todo para colocar temas de género en la agenda legislativa.
Refiere que a veces hubo apoyo de coordinadores varones, sobre todo porque diputadas de todas las bancadas –que formaron el Grupo de Igualdad Sustantiva– insistieron (y presionaron) para impulsar la agenda femenina.
Fue así que se consiguió llevar al pleno y aprobar, entre otras, 27 minutas relacionadas con reformas de paridad, y 24 minutas vinculadas a temas de violencia de género, como prevención y castigo a violencia obstétrica, tipificación de feminicidio y violencia digital contra mujeres, o para apoyar a familiares de víctimas de feminicidio.
Pero en muchas otras ocasiones no hubo ese convencimiento: “fue un reto porque aunque sea ésta la legislatura de la paridad hubo veces en que (los coordinadores) hacían caras o se volteaban a ver como diciendo: '¿oootra vez?'. Pero no hay de otra, más que insistir e insistir, aunque nos pongan caras.
“Finalmente, de lo que habla eso es que seguimos viviendo en una sociedad patriarcal, los dirigentes de partidos todos son hombres, en los órganos de gobierno la mayoría también y pues se siguen viviendo estos micromachismos”, detalla.
Pero también “nos tocó a veces ser en enlace entre el Grupo de Igualdad o las presidentas de comisiones que se acercaron para impulsar temas” porque cuando hay mujeres participando activamente en política, todas somos aliadas y para los cambios también se requiere poder”, indica.