El factor político-electoral
El tema se discutió el 10 de marzo en el pleno de la Cámara. Entonces, los grupos parlamentarios tuvieron posicionamientos más polarizados que los que se vieron en el Senado, en parte por la cercanía de las elecciones.
Los especialistas también ven intereses políticos detrás de la aprobación del dictamen: Morena, hasta ahora mayoría legislativa, busca ganar votos al apoyar la iniciativa, y lo mismo PRI y PAN, pero al rechazarla.
Bárcena señala que Morena no se atrevió a legislar rápido porque le hubiera representado un costo político. "Es un tema que polariza mucho al electorado, y conforme nos acercamos al periodo electoral es más difícil que se legisle. Ahorita el momento es complicado para aprobar", enfatiza.
Martínez menciona que la legislación sobre marihuana, incluso para uso medicinal (aprobada en 2017), también ha padecido el cambio de administración federal.
"Parecía que íbamos muy rápido con los lineamientos medicinales, pero fue tan rápido que se omitieron procesos legislativos, técnica jurídica y principios de publicidad. Lo que parecía que iba muy rápido se frenó y se quedó con unos lineamientos desestimados", expone.
Sánchez considera que si bien hay un uso político sobre la regulación de la marihuana, lo cierto es que el tema se ha frenado tanto porque desde el primer momento el proyecto estuvo mal elaborado.
A estas alturas de 2021, sí hay un uso político del tema, pero se ha tardado en salir porque las dos cámaras lo han hecho mal".
Lisa Sánchez
La activista recuerda que la primera versión que salió de la Comisión de Justicia del Senado fue criticada por la sociedad civil porque se armó con base en cabilderos internacionales alejados de la técnica legislativa mexicana. Después, se señalaron inconsistencias en el articulado, y cuando finalmente hubo un proyecto de dictamen, incluso se sancionaba peor el narcomenudeo que el narcotráfico.
Sánchez indica que había mucho por corregir en la Cámara, pero ahí tampoco hubo un plan de trabajo y el dictamen se terminó arreglando en la Secretaría de Gobernación (Segob), que, sostiene, a través de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) hizo que los diputados aprobaran lo que el gobierno quería.
La directora de MUCD refiere que los diputados que subieron a tribuna para rechazar o defender el dictamen ni siquiera lo conocían. "Se los presentaron un jueves a las 6:00 de la tarde para ser discutido el martes en la mañana, y era un dictamen de 349 páginas", expresa.