"Es una reforma que no pone en riesgo la autonomía e independencia del Poder Judicial, (por el contrario) la fortalece, y no toca la estructura del Consejo de la Judicatura Federal ni de la Suprema Corte, porque eso (sí) podría tener el riesgo de afectar la autonomía del Poder Judicial y podría debilitarlo", expuso.
El presidente del máximo tribunal insistió en que se trata de una reforma "muy ambiciosa", cuyo objetivo, dijo, es generar un nuevo paradigma de la función del Poder Judicial, para que sea "más cercano a la gente, más independiente y más preparado".
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La reforma al Poder Judicial, que ya se discute en el Senado, está basada en estos ejes, de acuerdo con Zaldívar:
1. Fortalecer a la SCJN como tribunal constitucional, esto, entre otros aspectos, ante todos los casos que se interponen como controversias constitucionales, aun cuando no representan violaciones directas a la Constitución Política.
"Se ha desvirtuado (esta figura); vemos una cantidad de asuntos que no tendrían por qué verse en un tribunal constitucional, sino en los tribuales de las entidades federativas", argumentó el ministro presidente.