Los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) anunciaron este martes una serie de acciones con el fin de destituir al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y a los diputados de la entidad ante los altos índices de violencia.
En respuesta, el gobernador dijo que a diferencia de los exgobernadores Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, él "no tiene cola que le pisen".
"(Las) senadoras y senadores del PAN no permitiremos que en Veracruz continúe la crisis constitucional que pone en riesgo al sistema de justicia", advirtieron los legisladores esta mañana a través de un mensaje publicado en la cuenta de Twitter del grupo parlamentario.
Los legisladores panistas expusieron que "para restablecer el imperio de la ley, la normalidad democrática y la civilidad al estado”, exploran dos vías:
“Veracruz merece vivir mejor, en legalidad y bienestar", dijo la bancada de Acción Nacional en el Senado, la cual está constituida por 25 legisladores.
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Para restablecer el imperio de la ley, la normalidad democrática y la civilidad al estado, exploramos dos vías:
— Senadores del PAN (@SenadoresdelPAN) September 17, 2019
1) La desaparición de poderes
2) El juicio político
#Veracruz merece vivir mejor, en legalidad y bienestar.
#OperaciónVeracruz#FueraCuitláhuac
Horas más tarde, Cuitláhuac García fue cuestionado por representantes de prensa respecto a este tema y aseguró que no teme a la solicitud de desaparición de poderes ni a la solicitud de juicio político.
"Que lo hagan, están en su derecho, qué bueno que vigilen a los gobernantes, es parte de su labor, yo no soy ni (Miguel Ángel) Yunes, ni (Javier) Duarte, yo no tengo cola que me pisen, soy académico, soy maestro y estamos haciendo bien las cosas", dijo.
El morenista descartó buscar algún amparo en contra de las acciones de los legisladores y aseguró que a partir de que el Congreso local separó a Jorge Winckler Ortiz de la Fiscalía General del Estado "se vinieron abajo los homicidios en todo el estado, muy extraño, ¿no?".
Entre diciembre de 2018 y julio de este año —es decir, desde que Cuitláhuac García asumió como gobernador—, en Veracruz se registraron 1,111 víctimas de homicidio doloso, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Esto representa una baja de 10.18% respecto del mismo periodo comparable, diciembre de 2017 a julio de 2018, cuando hubo 1,237 asesinatos.
Pese a esa disminución y aún cuando la Guardia Nacional ya ha sido desplegada en Veracruz, la entidad ha vivido dos masacres que han generando alarma entre la ciudadanía y han mostrado el poder de la delincuencia organizada. En una, ocurrida en Minatitlán, 13 personas fueron asesinadas, entre ellas, un bebé; en la otra, perpetrada en Coatzacoalcos, 31 personas perdieron la vida tras un ataque.
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A la situación de inseguridad en la entidad, también se ha sumado el conflicto entre Cuitláhuac García y el fiscal Jorge Winckler, a quien el Congreso local –controlado por Morena– separó de su cargo.
El pasado 4 de septiembre, el PAN en el Congreso de Veracruz anunció que pediría al Ejecutivo federal, al Senado y a la Suprema de Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que intervinieran en el tema de la separación temporal de Winckler.
Winckler fue nombrado frente a la Fiscalía de Veracruz por el exgobernador panista Yunes Linares.
