“No somos el patio trasero”
Durante décadas, el Estadio Azteca y las colonias que lo rodean, como el pueblo de Santa Úrsula y sus distintas secciones, han coexistido en una relación marcada por beneficios para algunos y molestias para otros.
El cierre temporal del estadio por su remodelación rumbo al Mundial de 2026 trajo una pausa obligada en la actividad comercial y otras actividades habituales de la zona. Sin embargo, los problemas que aquejan a sus más de 16,000 habitantes -según el censo 2020 del Inegi- persisten.
Francisco Álvarez, residente de la calle San Cástulo, una de las vialidades que desemboca directamente en Circuito Estadio Azteca, recuerda cómo muchas zonas habitacionales crecieron en torno al estadio tras su construcción en 1966.
Se dice enterado del anuncio de las autoridades de regenerar la zona, no obstante, estima que muchos de los proyectos sólo serán superficiales.
“No somos el patio trasero del estadio, pero si por varios años no han podido arreglar la zona, ¿cree que en un año van a arreglar todo esto?”, cuestiona.
Durante un recorrido de Expansión Política por Santa Úrsula, se constató que persiste el congestionamiento vial en Circuito Estadio Azteca, arteria que conecta Calzada de Tlalpan con Periférico y diversas colonias aledañas.
A ello se suman bloques de concreto o cubetas colocadas por los propios vecinos para apartar lugares o evitar que otros se estacionen frente a sus casas, lo que complica aún más la movilidad en la zona.
Margarita asegura que, si bien falta un año para la justa mundialista, el gobierno capitalino debió intervenir la zona desde hace varios meses, por lo que pide que no solo se concentren en la parte visible, sino también en las inmediaciones.
“Lo que nos preocupa es que suban los precios, un mundial atrae a mucha gente, pero a los locales se nos va a encarecer la vida” señala.
¿Planes tardíos?
La diputada coyoacanense por Movimiento Ciudadano, Patricia Urriza, considera que el gobierno de la Ciudad de México si bien anunció grandes planes para la zona, aún queda pendiente el tema del abasto de agua a los pueblos y barrios cercanos al Estadio Azteca, la seguridad y el reordenamiento urbano.
Advierte que las acciones con motivo de la justa mundialista son ambiciosas, pero no hay un esquema claro de ejecución de obra, planes, presupuestos ni participación de vecinos en el proyecto.
“Es como cuando el niño te pide la cartulina un domingo a las 11 de la noche para el lunes. Se tuvo que hacer un plan desde al menos hace dos o tres años, no a 400 días” reclama.
La legisladora reprocha que tanto la alcaldía Coyoacán como el gobierno capitalino solo buscan realizar pintas y murales, sin embargo, no existe un plan a mediano y largo plazo que beneficie a esta zona de la Ciudad de México.
“Solo quieren que no se vea feo para la gente que va a llegar al mundial ¿y después? la pintura no es infraestructura, eso no genera un impacto, un cambio positivo a mediano y largo plazo, que ahí viven y se van a quedar con los problemas” insiste.
Sobre el cambio de nombre y de cromática del tren ligero, y la creación de una ruta de trolebús con nombres como “teporingo” y “cacomixtle”, Bernardo Baranda director regional para Latinoamérica del Instituto de Políticas Para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), lo considera innecesario, ya que es urgente un plan para mejorar la conectividad de la zona, no un cambio de imagen.
“No lo veo como algo necesario. Es algo que hacen las administraciones, es un tema político, pero definitivamente no es un impacto de mejora” afirma.
Vecinos de las zonas de Santa Úrsula y Huipulco han sostenido durante varios meses una lucha constante en defensa de su territorio y contra los megaproyectos inmobiliarios que amenazan con transformar su entorno.
Desde 2022, habitantes de colonias aledañas al Estadio Azteca emprendieron una batalla legal para frenar un desarrollo comercial y habitacional que contemplaba la construcción de hoteles, una plaza comercial y torres de departamentos dentro de los terrenos del estadio, con miras al Mundial de 2026.
Tras una intensa movilización vecinal y una serie de recursos legales, lograron un fallo favorable en tribunales que detuvo el proyecto.
La falta de agua en Santa Úrsula y el pozo concesionado a Grupo Televisa -dueño del estadio- fueron los principales incentivos para frenar el desarrollo inmobiliario.... ahora harán frente a los efectos de una justa deportiva que convocará a millones de visitantes.