Albergues, padrón y programas, la estrategia de atención a migrantes en la CDMX
El gobierno capitalino alista hasta 13 espacios para dar cabida a los migrantes que viven actualmente en sitios públicos de la capital, cuyo número se estima entre 3,000 y 4,000.
Apenas despiertan, Alex y Samuel, dos jóvenes migrantes venezolanos que viven en una casa de campaña frente a la iglesia de La Soledad, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se preparan para adentrarse a las calles de la capital y pedir dinero con el que pretenden subsistir un día más y juntar dinero para avanzar hacia la frontera norte.
Sin probar alimento, Samuel llena una garrafa con agua y empieza a rociarla en la plazuela de la iglesia, mientras Alex toma una escoba y comienza a barrer. Ambos atienden el mensaje escrito en una cartulina colocada en una pared del recinto religioso: “Esta plaza es tu casa, límpiala”.
Como estos dos jóvenes, cientos de migrantes extranjeros viven en condiciones adversas en las calles de la capital, por lo que el gobierno local prepara un plan que incluye el empadronamiento y traslado de migrantes de espacios públicos a albergues, para que puedan acceder a servicios de salud, educación e incluso programas sociales.
Publicidad
Los migrantes que viven en calles de la ciudad, cuyo número podría aumentar por las políticas del presidente de EU, Donald Trump, se ubican principalmente en tres campamentos: Plaza la Soledad, en la alcaldía Venustiano Carranza, así como las vías de la colonia Vallejo y el camellón de Eje Central Lázaro Cárdenas, frente a la Central de Autobuses del Norte, ambos en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Migrantes a albergues
Plaza La Soledad y el campamento de Vallejo dan cabida a centenares de migrantes, ya sea en familia o en pequeños grupos de personas quienes viven en casas improvisadas de madera, cartón, lonas y tiendas de campaña. La mayoría vive hacinado y con pocas condiciones de higiene.
En el marco del Día Internacional del Migrante, conmemorado el pasado 18 de diciembre, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció un nuevo enfoque en la política de atención a personas en movilidad humana. Además, nombró a Temístocles Villanueva como responsable de este tema en la capital.
En entrevista con Expansión Política, Villanueva informó que, a poco más de un mes de la creación del organismo encargado de la atención a migrantes, ya se conformaron equipos de trabajo y se realizó un censo inicial para identificar las necesidades de esta población.
Según los datos recabados por la CDMX, entre 3,000 y 4,000 migrantes permanecen en campamentos de Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, aunque esta cifra varía diariamente debido al constante flujo migratorio.
El funcionario subrayó la importancia de garantizar condiciones dignas para las personas migrantes, como acceso a seguridad, agua y alimentos, evitando que vivan en las calles. Para ello, el gobierno busca trasladar a esta población a 13 albergues administrados por organizaciones de la sociedad civil y el propio gobierno, a fin de que reciban una mejor atención.
La medida también tiene como objetivo liberar espacios públicos ocupados por campamentos improvisados, como la plaza Giordano Bruno en la colonia Juárez, que en meses pasados generó conflictos con los vecinos.
"Es muy complejo privar al resto de la población del uso de espacios públicos por la estancia de campamentos de personas en movilidad humana, entonces pues eso es nuestra primera prioridad de atención durante el primer trimestre del 2025” .
Temístocles Villanueva, encargado de la movilidad humana y migrantes en la CDMX.
En los campamentos de La Soledad, Vallejo y la Central de Autobuses del Norte, varios migrantes iniciaron negocios como barberías, estéticas, salones de belleza, reparación de celulares y venta de comida, entre otros giros con los cuales buscan obtener ingresos.
No obstante, el funcionario asegura que el traslado de los migrantes tiene dos objetivos: ofrecerles una mejor fuente de ingresos y garantizar su seguridad.
“No buscamos despojar a ninguna persona de su empleo, pero no en los campamentos. Inclusive, me atrevo a decir que muchos de estos comercios, por la información que he logrado recabar, pues son víctima de extorsión de grupos delincuenciales,” advierte.
Temístocles Villanueva también anuncia que en próximos días comenzarán con una actualización del Padrón de Huéspedes de la Ciudad de México, sitio en el cual cada migrante podrá registrarse y, de esta manera, acceder a servicios de salud, educación y programas sociales.
“Con este registro se puede brindar una identificación que sea funcional dentro de la Ciudad de México, que sea reconocida por las autoridades del gobierno” apunta.
El funcionario descarta tajantemente que en el traslado a los migrantes hacia albergues se vaya a utilizar la fuerza pública o la violencia, ya que la capital, enfatiza Villanueva, mantendrá el estatus de “Ciudad Santuario”, ya está establecido en la constitución local.
Raúl Torres, diputado migrante e integrante de la Tercera Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, celebra el anuncio de la política de atención a migrantes frente a las medidas del presidente estadounidense, Donald Trump, aunque también destaca la necesidad de un enfoque integral y colaboración entre niveles de gobierno y sectores sociales para abordar el fenómeno migratorio.
El panista dijo que la autoridad local deberá dar a conocer cuales serán los ejes de acción para la atención a los migrantes que sean retornados, ya sea connacionales o de otras nacionalidades.
“Necesitamos crear un fondo para el migrante en retorno. La doctora (Claudia) Sheinbaum anunció 2,000 pesos (para cada deportado), esos 2,000 pesos no alcanzan ni aquí ni allá, no es posible que un beneficiario de Jóvenes Construyendo en Futuro gane más que un deportado, mínimo homologar lo que tenemos” asegura.
Juan Martín Pérez García, coordinador de la organización Tejiendo Redes Infancia América Latina, advierte el uso de eufemismos en los gobiernos local y federal para cambiar la narrativa del contexto actual.
En entrevista, el también experto en migración asegura que las autoridades buscan “suavizar” o “desviar la atención” sobre las realidades de los desplazamientos forzados y las consecuencias de la política migratoria.
Pérez García destacó que conceptos como “retorno humanitario” o “rescate de migrantes” han sustituido términos técnicos como deportación o detención, en un intento por enmarcar las políticas de control migratorio dentro de una narrativa más aceptable.
Advierte que, detrás de estas palabras o frases, se ocultan medidas que, en muchos casos, violan los derechos humanos de las personas migrantes, particularmente de las familias y la infancia.
“La diferencia entre un retiro (de las calles) forzado y uno voluntario está en la voluntad de las personas migrantes. Lo que tenemos que ubicar en la política del gobierno de la Ciudad es si ese lugar que se promete es digno o un centro de detención ¿cuál es la diferencia? si tienen la puerta abierta o no.” asegura.
El coordinador de Tejiendo Redes Infancia considera necesario que México asuma un liderazgo regional, promoviendo un mecanismo transnacional de protección integral para las personas migrantes, especialmente para niñas, niños y adolescentes, con las organizaciones de la sociedad civil.
Mientras la frontera sur de Estados Unidos se refuerza con más militares y el gobierno mexicano anuncia medidas de apoyo, Alex y Samuel aseguran que ninguna autoridad se les ha acercado.
“Aquí la gente me ha tratado bien, el gobierno (federal y local) no lo he visto en los 15 días que llevo en el campamento, la gente nos ayuda mucho”, advierte Alex.
A pesar de ello, Alex y Samuel no desisten en su idea de abandonar la Ciudad de México para dirigirse a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde pretenden brincar el muro y enfrentar su destino.