A tres años, sigue en contacto con los padres del bebé a quienes incluso ha visitado un par de veces en España y ocasionalmente comparten videollamadas para mantener la conexión entre Edward y su gestante.
Nathalie trabaja al conectar a posibles gestantes con agencias dedicadas a la reproducción asistida, de las cuales ha referido a unas 80 mujeres y de forma independiente ha gestionado unos 18 procesos de gestación sustituta, además de compartir su experiencia en su cuenta de Tiktok.
¿Cómo funciona la gestación sustituta?
La gestación sustituta es cuando una persona con capacidad de gestar acuerda con una tercera o terceras personas –padres, madres o ascendientes de intención- llevar un embarazo a término. Esto puede ser con el óvulo de la propia gestante (homóloga) o con el óvulo y esperma de terceras personas (heteróloga).
En México está regulada solo en dos estados del país, Tabasco y Sinaloa, donde se requiere que los ascendientes intencionales sean una pareja casada. Por el contrario, en Coahuila y Querétaro sus códigos civiles desconocen la validez de los acuerdos de este tipo de gestación y atribuyen la maternidad sólo a la mujer gestante.
La Ciudad de México –al igual que el resto de las 27 entidades del país– no cuenta con una regulación, por lo cual los bebés nacidos a través de esta vía deben pasar por amparos y procesos judiciales, con el fin de legalizar la paternidad o maternidad.
En el Congreso capitalino una iniciativa presentada por el diputado Temístocles Villanueva plantea crear la ‘Ley Regulatoria de los Acuerdos de Reproducción Asistida’, que incluye la regulación de la gestación sustituta.
La propuesta presentada en mayo de este año incluye que la gestante tenga al menos 25 años de edad, haya sido madre en al menos una ocasión previa y se le garantice contar con un ambiente adecuado para desarrollar el embarazo, así como recibir la compensación acordada.
Mientras a los ascendientes –madres o padres– de intención se les reconoce el derecho a presenciar el nacimiento, además de recibir los recursos erogados en caso de que la gestante ponga en riesgo y cause la interrupción del embarazo.
Además establece que los procesos de gestación subrogada deban quedar en un acuerdo de voluntades a través de un Juez de Oralidad Familiar, pues ahora se limita a un contrato privado entre las personas.
“Creemos que un contrato entre particulares no le da ninguna certeza a la persona gestante, por eso establecemos un proceso jurisdiccional: informar al Poder Judicial de la Ciudad de México del proceso que se está llevando a cabo y que el juez o la jueza establezca los parámetros para darle seguridad y derechos a la persona gestante y también darle certeza a los ascendentes, a la familia que busca acceder a la reproducción asistida”, explica el legislador que presentó la iniciativa.
Esta no es la primera iniciativa. En 2022, dos propuestas –una de Morena, otra del PRD– buscaban regular este método de reproducción, sin embargo, protestas de grupos feministas con lemas como “las mujeres no somos mercancía” y “no a los vientres de alquiler” lograron frenar la discusión.