Alerta dentro de los establecimientos
Helking Aguilar Cárdenas, presidente de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros de Nocturnos, afirma que a partir de la muerte de Íñigo Arenas se ha llamado a los establecimientos para aumentar sus medidas de seguridad.
“Es un tema que puede estarse diversificando y puede estar teniendo mucho más número de casos y lo que toca es obviamente reforzar las medidas de seguridad para que no pase esto dentro de los establecimientos”, señala.
Entre las acciones están:
- Que el personal de seguridad sea más estricto con la revisión durante el acceso para detectar líquidos, gotas o polvos que puedan ser sospechosos.
- Observar los movimientos de las personas ajenas a las mesas de los grupos que trate de acercarse para manipular las bebidas.
No obstante, el empresario reconoce que la operación de establecimientos irregulares incrementa el riesgo en la vida nocturna.
“Sabemos que hay una parte ‘pirata’ o una parte ‘negra’ de la vida nocturna tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México, establecimientos clandestinos que funcionan como fachadas para diferentes tipos de negocio o incluso que al amparo de la corrupción de las autoridades estatales o de las alcaldías funcionan sin ningún tipo de documento”, comenta.
El Gobierno de la ciudad ha realizado operativos en bares y centros nocturnos en Iztapalapa, Iztacalco, Coyoacán, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo y desde hace un mes, en la zona Roma-Condesa-Juárez fueron cerrados cuatro establecimientos por venta de sustancias ilegales, de acuerdo con lo informado por el jefe de Gobierno, Martí Batres, el 21 de agosto.
En tanto, el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, el 5 de julio arrancó el ‘Operativo Cobalto’, dirigido a cuidar el perímetro de puntos turísticos y establecimientos nocturnos en avenidas como Masaryk, Moliere y Campos Elíseos.
Elementos de la Policía Auxiliar así como de la alcaldía realizan recorridos en los puntos de alta afluencia de las 11 de la noche a las 3 de la mañana de jueves a sábado con el objetivo es supervisar la operación de los establecimientos, hacer cumplir el horario de cierre y los niveles de ruido.
Tras lo ocurrido en el caso de Íñigo Arenas, el alcalde descartó que exista un problema de seguridad.
“Consideramos que no hay un problema de seguridad en la zona, pero sí advertimos que pudiera tomarse medidas preventivas que evitaran riesgos en la operación”, dijo al presentar un informe del operativo este 14 de agosto.