De acuerdo con la Sedema, el proceso adaptativo se ha retrasado por diversos factores, como el ocurrido el 7 de junio pasado, cuando un automovilista se subió a la glorieta y se impactó con uno de los tensores colocados para mantenerlo hasta su pleno enraizamiento; así como el cambio de clima ya que las temperaturas en la Ciudad de México son distintas a las de Nuevo León, donde vivió 20 años, lo que el árbol podría interpretar como invierno, no obstante, aseveró que el árbol está vivo.
"Los crecimientos nuevos de raíz y los cambios de coloración de las hojas a tonos verdes reflejan que el ahuehuete está vivo. Su periodo de adaptación continúa y se espera que en los próximos días broten nuevas hojas en las ramas", resaltó la Sedema.
Las autoridades medioambientales resaltaron además que, tras realizar una apertura en la tierra, a un lado del cepellón del árbol, "se corroboró que las raíces del ahuehuete de 20 años de edad responden de manera correcta, ya que se detectó la formación de pelos absorbentes, cuya función es adquirir nutrientes y agua para trasladarlos a la parte aérea del árbol y permitir la formación de un nuevo follaje".