Según dicho informe, en un 35% de los casos, las víctimas de trata fueron captadas a través de ofertas de empleo falsos, seguida de la participación directa de familiares con 17%, las promesas de ayuda con 9% y el enamoramiento con 8%.
Y es que si bien anteriormente, las ofertas de empleo engañosas se difundían como anuncios publicitarios o de persona a persona, debido al confinamiento a causa de la pandemia por Covid, esta dinámica migró a internet, principalmente a redes sociales como Facebook y a servicios de mensajería instantánea como WhatsApp, donde los tratantes utilizan métodos similares a los de áreas de Recursos Humanos.
Es así que a las víctimas potenciales se les ofrecen empleos como meseros en Estados Unidos, en maquiladoras con labores “sencillas” y sueldos altos o empleos de oficina con requisitos poco claros.
"Las empresas, negocios o actividades presentada como una opción atractiva para el desarrollo personal y profesional son sólo una máscara para condiciones de explotación", apunta el documento.
El reporte reveló además que en la capital, el 51% de las víctimas de este delito son niñas, niños y adolescentes, quienes enfrentan ese riesgo en espacios digitales como las redes sociales, videojuegos e internet, en donde los tratantes operan bajo el anonimato que brinda el espacio virtual, para establecer complicidades de amistad o sentimental con los menores.
Según los datos de la Línea y Chat Nacional contra la Trata de Personas ((LNCTP), las redes sociales y videojuegos como Free-Fire o Call of Duty, son las principales plataformas donde los delincuentes fingen perfiles para entablar relaciones de amistad o noviazgo con menores, obtener fotos o videos íntimos, o engancharlos a redes de trata.
Así pues, tras las restricciones por la pandemia, la explotación sexual volvió a ser la modalidad de Trata más reportada en el país, señala el informe.