"Estamos viendo el mecanismo para presionar y apegarlo a la legalidad, a que se reinstalen las mesas de transición", dijo Quijano.
"Un mes, del 1 de septiembre al 1 de octubre, no te da tiempo de conocer la situación de la alcaldía al 100%; por ejemplo, en el tema de obra pública, seguridad pública, son temas serios. ¿En qué afecta? Que cuando llegue la nueva administración, no va a tener todas las herramientas para la toma de decisiones", expuso.
A mes y medio de ganar en Magdalena Contreras, el portavoz de UNACDMX aseguró que la intención de comenzar la transición cuanto antes no es "un capricho" de los alcaldes electos de oposición, sino un método para hacer las adecuaciones necesarias a sus planes de gobierno de cara a asumir funciones.
"Este plan se tiene que entregar antes de que finalice el año. ¿Y cómo lo vas a formar si te hacen falta las estadísticas, las cifras oficiales?", argumentó.
Si hay un cambio administrativo, al vecino no le importa; él quiere que le resuelvas la fuga de agua, el bache, la luminaria o el tema de la seguridad".
De los nueve alcaldes de oposición que ganaron el 6 de junio, quienes buscan quitar trabas a los procesos de cambio de estafeta son los funcionarios electos de Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Coyoacán, Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras y Tlalpan. Los otros dos, el panista Santiago Taboada, de Benito Juárez, y el priista Adrián Rubalcava, de Cuajimalpa, no enfrentan problemas ya que fueron reelectos en sus demarcaciones.
El origen del conflicto
En la segunda semana de junio, la Contraloría publicó en la Gaceta Oficial de la ciudad un acuerdo para la instalación de las comisiones de transición. En él se establecía que los alcaldes electos estarían facultados para iniciar mesas de trabajo una vez que recibieran sus constancias de mayoría.
Pero un mes después, la misma dependencia modificó estos lineamientos y determinó que los procesos podrían comenzar hasta el 1 de septiembre, con lo que se suspendieron los trabajos que ya estaban en marcha.