“Cuando iba en camino me avisaron que ya lo tenían en el MP, que debía ir a reconocer el cuerpo. En el MP no me encararon con la persona que lo atropelló y a esta persona la dejaron libre.
“Trabajaba en Movistar y me dieron de baja porque me tuve que salir del trabajo. No me dieron permiso (de ausentarme) pero es mi familia, no me interesó si me iban a correr o no”, cuenta.
Para Reyna no había motivo para pelear: otros repartidores le advirtieron que la empresa no se haría responsable y los dos celulares con los que trabajaba su hermano “desaparecieron” tras el incidente, por lo cual no tenía forma de comprobar que se encontraba activo en Didi ni en Rappi, la otra aplicación en la que trabajaba a la par.
“No nos dejaron ninguna forma que comprobar que sí estaba trabajando, de hecho al acababa de entregar un pedido, por eso estaba ahí.
“Nada de eso nos lo va a regresar. A mí no me van a regresar a mi hermano, a la nena no le van a regresar a su padre”, afirma Reyna, al referirse a la niña de 10 años que César dejó tras de sí.