Aplanando la curva
“Éste es un virus que avanza muy rápido, más rápido que otros que hemos visto. Así que cualquier decisión que se tome de contención o distanciamiento social, cambia la dinámica rápidamente y es importante volver a hacer el cálculo de la epidemia”, advierte Fernando Alarid-Escudero, profesor del CIDE y uno de los creadores del modelo.
El académico explica que aunque se está logrando aplanar la curva, salir a las calles puede provocar un rebrote de la epidemia.
“Se está logrando aplanar la curva, pero hay muchas otras personas que pueden infectarse. Al momento de levantar el distanciamiento es como si fuera una bocanada de casos que van a surgir, que todavía pueden infectarse y por eso, repica”, dice.
El modelo, que registra un 44% de disminución de la movilidad, retrata los siguientes escenarios: si el distanciamiento termina el 31 de mayo, la fecha del pico epidémico se dará el 21 de junio, con 28,757 casos.
Mientras, si se termina el 30 de junio, el acmé (pico de la curva) será el 17 de julio, con 14,815 casos. Si se mantiene la distancia social hasta el 31 de agosto, el pico se daría el 27 de junio, con 6,839 casos.
“¿Por qué? Porque todavía hay individuos en la población que no se han infectado y que todavía se puede infectar o que se probabilidad de infectarse es muy alta. Mucho más alta que si siguieran en la jornada de 'sana distancia' o dentro de sus casas”, explica el experto de CIDE.