CIUDAD DE MÉXICO (Expansión Política).- Cinco patrullas, dos motocicletas y unos 15 policías resguardaron la entrada de la Universidad del Pedregal, donde este jueves sus alumnos regresaron a clases después de tres días de luto por el secuestro y asesinato de su compañero Norberto Ronquillo.
Pese a estar rodeados por personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), los jóvenes miraban por encima del hombro para ver quién iba unos pasos atrás y, en lugar de caminar por el jardín del camellón sobre Calle Transmisiones, en Tlalpan, preferían pedir taxis o irse en conjunto en coche.