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Día de muertos. Bella tradición, horrible tragedia

Sin renunciar a lo positivo de la tradición, urge enfrentar la tragedia de la realidad que mata.
vie 31 octubre 2025 06:06 AM
el COVID-19 causó más de 700,000 muertes adicionales hasta diciembre de 2021 (Panteón en Tijuana)
Ahora sabemos que México se ubica entre los 10 países con mayor mortalidad por Covid, en cantidad, en proporción de su población y en mortalidad “excesiva”, apunta Rogelio Gómez Hermosillo. (Omar Martínez/Cuartoscuro)

La tradición mexicana de “Día de muertos” es rica en simbolismos. Refleja un sentido de trascendencia. Se ha convertido además en un atractivo más de nuestro país con múltiples expresiones culturales, gastronómicas y artísticas.

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A las pioneras manifestaciones de Mixquic, de Janitzio-Pátzcuaro y de Oaxaca, se suman nuevos “eventos” de “Catrinas” en Aguascalientes, cuna de Posadas; en Atlixco, con sus campos de cempasúchil; en San Miguel Allende y varias más. El Zócalo capitalino, la plaza de Coyoacán y las “islas” de la UNAM montan ofrendas monumentales. Recientemente se ha sumado el “desfile” inventado en una película y las mil y una formas de mezclar la tradición con el “Halloween”.

Pero la muerte en México, prematura y violenta, se ha multiplicado de manera trágica. Jóvenes que acaban en campos de exterminio o fosas comunes. Mujeres víctimas del feminicidio. Personas que mueren por el deterioro de los servicios de salud y sus múltiples fallas de atención. Víctimas de fenómenos derivados del cambio climático.

Aunque la muerte no reconoce estatus socioeconómico, quienes viven en pobreza tienen mayor probabilidad de morir antes de tiempo” demuestra “ La muerte tiene permiso. Reporte especial sobre mortalidad, sistema de salud y pobreza ” difundido hace 5 años -en plena pandemia- por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

El reporte presenta evidencias rigurosas sobre los efectos mortales del sistema de salud de nuestro país y su efecto mayor sobre las personas y los territorios en pobreza.

El reporte -ilustrado con imágenes de “papel picado”- recorre argumentos que vale la pena retomar. La evidencia presentada sigue siendo válida, pues aunque los datos pueden ser actualizados, la realidad no ha mejorado sustancialmente y en algunos casos ha empeorado. El reporte “ El enfermo está grave ” de 2023 lo muestra.

El capítulo 1 de “La muerte tiene permiso” muestra las muertes derivadas de la pobreza extrema: morir por dar vida pues la razón de mortalidad materna en 2023 está mucho peor que en 2019. La mortalidad infantil y por enfermedades del siglo XVI siguen sin mejorar sustancialmente.

El capítulo 2 refleja el impacto de Covid no sólo por muertes directas provocadas por el virus, sino también por otras enfermedades curables que se incrementaron sustancialmente en 2020: la muerte excesiva. Ahora sabemos que México se ubica entre los 10 países con mayor mortalidad por Covid, en cantidad, en proporción de su población y en mortalidad “excesiva”.

El dato más doloroso y plenamente vigente, son las muertes evitables. México tiene la tasa más alta de mortalidad evitable de la OCDE. Son muertes “prematuras” que podrían haberse evitado con intervenciones de salud pública y sistemas sanitarios eficaces.

El reporte incluye un tercer argumento para visibilizar la muerte por la inseguridad y la violencia, que ha empeorado.

El cuarto argumento es muy relevante y actual. Muestra los padecimientos del sistema de salud: Anémico, pues le urge una transfusión de recursos; con un mal crónico de inequidad que afecta a las familias con menos recursos o en pobreza; con un mal congénito de segmentación que discrimina entre “derechohabientes” y “no derechohabientes”, con fallas inmunológicas, pues los sistemas de información no generan inteligencia para la corrección de fallas. Todos estos males han empeorado y los recientes datos de Inegi sobre la carencia de acceso a servicios de salud en 2024 lo confirman.

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El quinto argumento son las cuatro propuestas para lograr la cobertura universal de salud:
1) Romper el vínculo entre régimen laboral (“formal / informal”) y acceso a salud, para garantizarla como un derecho humano.
2) Un modelo de salud centrado en las personas, iniciando por la atención primaria.
3) Financiamiento suficiente basado en impuestos generales, para contar con presupuesto equitativo sin distinción a fin de garantizar la atención con calidad a todas las personas.
4) Sistemas de información integrados y mecanismos de defensa ciudadana para corregir la negación del servicio, la falta de medicamentos y otras fallas que ponen en riesgo la vida.

En las “ 10 Rutas por un México libre de pobreza ” (2025) se propone un régimen simplificado para afiliar al IMSS a quienes trabajan en micro y pequeñas empresas y en el campo, pues ahí se concentra el trabajo “informal” que excluye del acceso a servicios de salud.

Sin renunciar a lo positivo de la tradición, urge enfrentar la tragedia de la realidad que mata.

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Nota del editor: Rogelio Gómez Hermosillo es Presidente Ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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