La exclusión se mide con dos indicadores: Desempleo completo y Exclusión por labores de cuidado. El desempleo completo suma la población disponible a la desocupada y con ello muestra lo que arroja un dato mucho más creíble, que equivale a una tasa de 10% ( ver “¿Sómos un país sin desempleo? En Expansión 16/05/2025 ).
El nuevo indicador: “exclusión por labores de cuidado” visibiliza a quienes no están disponibles por realizar labores no remuneradas en el hogar. Son casi 15 millones de personas, 95% son mujeres, que requieren la expansión de servicios públicos de cuidado como estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, centros de día para personas mayores y espacios de rehabilitación y cuidado para personas con discapacidad, así como otras modalidades de cuidado.
Para medir la precariedad, hay siete indicadores, dos son los que directamente producen pobreza: “sin ingreso suficiente” y “sin seguro social”.
“Sin ingreso suficiente” contabiliza a personas que trabajan y ganan menos del costo de dos canastas básicas (CB). Son casi 33 millones de personas, ¡dos tercios de la población ocupada.! Este indicador aplica un umbral de pobreza equivalente al costo de dos CB pues el salario debe ser suficiente para quien trabaja y su familia, por tanto al menos dos personas. Además, porque en promedio en el hogar por cada perceptor de ingreso hay una persona dependiente y también porque lo mas común son hogares de cuatro integrantes con dos personas que trabajan.
Este indicador contabiliza a “working poor” como se le conoce a nivel internacional. Aplica una fórmula distinta a la tendencia laboral de la pobreza – ITLP de Coneval. El ITLP mide el ingreso por hogar (no por persona), considera toda la población (no solo la población ocupada) y usa el umbral de pobreza extrema, es decir, el costo de la canasta alimentaria (y no dos CB). De cualquier forma tanto el indicador del OTD como el ITLP arrojan resultados inaceptablemente altos por los bajos salarios que explican la magnitud y permanencia de la pobreza en México.
El otro indicador: “sin seguro social” muestra de manera mucho más precisa y diáfana la realidad de los llamados trabajos informales (ver “¿Informales? Más bien son precarios” en Expansión 4/4/2025 ). Esta condición laboral produce pobreza pues, la carencia social con mayor peso en la medición de la pobreza de Coneval es por acceso a la seguridad social.
El OTD presenta otros indicadores como “subocupación” ´que es una variante de desempleo y “jornada excesiva” que contabiliza a quienes trabajan más de 48 horas a la semana. También muestra tres indicadores más de precariedad para personas con empleo: sin prestaciones, sin contrato estable y sin afiliación sindical. Estos dos últimos reflejan la indefensión de quienes tienen empleo (subordinado, asalariado).
Los 9 indicadores del OTD miden el (in)cumplimiento del derecho humano al trabajo, paara los cuales hay información estadística periódica proveniente de la ENOE de INEGI.
El nuevo OTD tiene una nueva visualización más amigable e interactiva gracias a Data Cívica, organización aliada en esta nueva etapa. Como antes, el OTD presenta datos de los indicadores no solo a nivel nacional, también los desglosa por sexo, por grupo de edad (jóvenes 15-29 y adultos 30-64), por tipo de ocupación (empleo y autoempleo), por tamaño de unidad económica y por sector de actividad económica. Además presenta datos de los 9 indicadores para las 32 entidades federativas y 35 ciudades, al menos cada año.
Les invito a conocer la realidad del sistema laboral mexicano y sobre todo a actuar para transformarlo, porque hay que repetirlo mil veces: el trabajo es un derecho humano, no una mercancía.