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La cruda realidad

El derribar los poderes para eliminar la normalidad democrática del país es la verdadera vocación del gobierno en curso.
lun 05 mayo 2025 06:02 AM
Claudia-Sheninbaum-morena
En lugar de generar cambios reales en los temas nodales para su victoria electoral, los gobiernos de Morena se han encargado de propiciar una ola de corrupción y de violencia como no se tenía referencia en varias décadas, apunta Juan Francisco Torres Landa.

En alguna ocasión me dijeron que un estudiante mexicano recién llegado a una escuela en Europa logró ganar la elección para presidir la asociación de alumnos. Esto llamó la atención de propios y extraños pues, sin conocer casi nada de las necesidades de ese lugar, había derrotado a muchos otros que llevaban años estudiando ahí. Cuando se le preguntó al flamante líder de los estudiantes lo que había hecho para vencer en las elecciones simplemente contestó que había aceptado cumplir con todo lo que se le pidió en campaña por distintos grupos de estudiantes, pero confesó que nunca hizo un dictamen sobre si era factible satisfacer tales ofertas.

De hecho, sabía que era imposible ejecutar las exigencias, muchas de las cuales eran contradictorias entre sí, pero con tal de ganar aceptó todo. Evidentemente su administración al frente del estudiantado fue una comedia de errores y de problemas, pero logró su cometido de ascender al liderazgo, engañar a propios y extraños, y eventualmente tener que salir ante la evidencia de lo inapropiado de su gestión. Nunca aceptó los errores y culpó a otros de sus desatinos. Anécdota de irresponsabilidades reprochables.

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Esta historia de malos resultados bien puede describir lo que pasa con muchos de los procesos políticos en muchas zonas del mundo. Y México no es la excepción porque tenemos a muchos que con tal de ganar alguna elección aceptan todo tipo de requerimientos y de exigencias. Y la tragedia es que de las ofertas hechas casi nada se cumple. En los casos de la vida real una cosa son las ideas y otras muy distintas lo que sí se puede constar como hechos y resultados formales. Esto viene a colación para entender a nuestro país y la forma en que la clase política ha venido corrompiendo la función de dar soluciones a los problemas reales del país.

El siguiente nivel de análisis está en reconocer lo que hoy está sucediendo en México después de tener 7 años de gobiernos federales morenistas. La pregunta obligada es saber lo que se ofreció hacer en el país y lo que hoy tenemos frente a nosotros como resultados y perspectivas de actuación en los tiempos por venir. La plataforma sobre la que hicieron campaña fue básicamente prometiendo que abatirían los problemas de corrupción y de inseguridad y violencia en el país. Y de ahí se colgaron para hacer una serie de otras promesas y ofertas al electorado. En lugar de generar cambios reales en los temas nodales para su victoria electoral, los gobiernos de Morena se han encargado de propiciar una ola de corrupción y de violencia como no se tenía referencia en varias décadas. La magnitud de los problemas se ha venido ocultando a base de narrativa oficialista y de inundar al electorado con programas asistenciales que subvencionan a enormes sectores poblacionales que se convierten en cautivos electorales. Y es que el único interés ha sido y sigue siendo el ganar elecciones y acumular poder.

Nosotros no avalamos las deficiencias y problemas de gobiernos previos a Morena. De hecho se puede constatar que en nuestros diversos espacios de actuación ciudadana desde hace ya más de 25 años, hemos sido muy críticos de todos los gobiernos en turno. Y esto es porque nuestro deber es cuestionar y criticar a cada persona en el poder para que el nivel de exigencia siempre sea lo más alto posible. Los paleros no sirven para nada. Tampoco se trata de una crítica estéril. Siempre hay que reclamar lo que no sirve, reconocer lo que funcione, y proponer soluciones a los problemas que persistan. Así lo hemos hecho y procuraremos seguirlo haciendo desde la sociedad civil. Lo que pasa es que nunca habíamos encontrado el cúmulo de problemas y de preocupación estructural de lo que pasa hoy en México.

Por ello la gran pregunta ahora es hasta dónde puede llegar este proceso de engaños y falsedades. La realidad es que no se detendrá sino hasta que haya contrapesos efectivos ante la ola de abusos en curso. Y es que el plan de Morena ha sido muy claro en que se ha orientado a destruir los pesos y contrapesos que podrían detener sus impulsos autoritarios. Tomaron el Poder Ejecutivo por la vía democrática (pero se encargaron de reducir la presencia y competitividad de la oposición con organismos electorales viciados), luego se hicieron de mayorías calificadas en el Poder Legislativo por vías absolutamente ilegales e inmorales (con la complicidad y manipulación del INE y el Tribunal Electoral), y después se dedicaron a destruir el Poder Judicial (para lo cual utilizando sus poderes de facto de reforma constitucional instauraron el mecanismo de elección popular judicial – un enorme desastre que solamente busca reemplazar por la mala a quienes osaron oponerse al entonces Presidente de México).

Resaltar estos datos es necesario para entender bien la trayectoria de la estrategia en curso. Es un camino bien conocido que han utilizado todos los gobiernos populistas en la historia, incluyendo los de corte fascista en Alemania e Italia de hace casi 100 años en el siglo pasado. Y es que siguiendo dicha estructura de avasallamiento de las instituciones solamente les queda el derribar la libertad de prensa, la libertad de expresión, y controlar los medios de comunicación y plataformas digitales. Es aquí en donde se inserta la iniciativa actual para expedir una nueva legislación en materia de telecomunicaciones que en los hechos destruiría las bases de contar con elementos básicos de libertad de comunicación y autonomía para los ciudadanos sin tener que enfrentar la censura, las limitaciones desde el poder, y la concentración de facultades en funcionarios del Ejecutivo que sin intervención judicial podrían detener y suspender medios de comunicación o plataformas digitales de intercambios de mensajes. Alarma roja.

Así es como se debe tener una perspectiva muy clara de lo que está sucediendo en el país. La vorágine de acontecimientos y las bolas de humo que suelen mandarse desde el gobierno federal opacan la realidad y evitan en muchos casos apreciar la magnitud de las agresiones y los problemas de las acciones que están realizando. Afortunadamente la ciudadanía ha seguido alerta y no se confunde tan sencillamente con tantas mentiras y abusos. El derribar los cuatro poderes para eliminar la normalidad democrática del país es la verdadera vocación del gobierno en curso. Por ello es que el tema es ya no solamente hablar de los enormes problemas por promesas incumplidas (pues vaya que engañaron con sus ofertas de hacer las cosas distintas, para luego convertirse en los peores gobiernos en base a sus propias cifras de desempeño), sino además del hecho que en el fondo se quieren quedar con el país entero, no reconocer avances de la oposición, y callar a todos a los que osen controvertir, cuestionar o criticar a los gobernantes en turno. Pero ya se les acaba el tiempo pues las mentiras no flotan y los resultados de su gestión son literalmente atroces. La cruda realidad los terminará alcanzando.

P.D.1. Un enorme error que la Presidenta Sheinbaum haya decidido no ir al Vaticano a las exequias del Papa Francisco. Hizo a un lado el hecho de que el “pueblo” es mayoritariamente católico y que fue un tema de estado pues el Vaticano es una entidad con personalidad desde el derecho internacional público donde se tiene un Embajador. Espero su decisión no haya sido motivada por el hecho de que ya no tenemos un avión presidencial que permita el traslado con seguridad y comunicación. Ese avión jamás se debería haber perdido, y en los hechos se regaló por cumplir con una promesa vana de deshacerse del mismo.

P.D.2. Muy preocupante ver la creciente evidencia de falta de autonomía e independencia del Dr. Gertz Manero, Fiscal General de la República. Sus expresiones públicas en eventos organizados por la Presidencia dejan ver su sumisión a la narrativa oficial, las carencias en abrir investigaciones ante tantos delitos, y la referencia de que la narrativa proteja al gobierno ante tantos escándalos que simplemente se mantienen impunes. Todo mal.

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P.D.3. Siguen los problemas de devastación del sistema de salud. Alguna vez tuvimos un esquema de vacunación general que era ejemplo mundial. Hoy tenemos brotes y mortandad de enfermedades que ya se habían erradicado como el sarampión y la tosferina. Aquí en este sector los errores se cuantifican en pérdida de vidas humanas que en buena parte eran evitables.

P.D.4. Aunque el Secretario Omar García Harfuch es quien encabeza la nueva estrategia de seguridad y dice cosas que suenan como un cambio a la muy fallida política de “abrazos, no balazos”, aún es muy incierto que esto vaya a ir a fondo, a dar resultados, y que sobre todo implique romper complicidades del gobierno con sus socios electorales de las bandas de delincuencia organizada. Hechos son amores, y no buenas intenciones.

P.D.5. Aplaudimos las manifestaciones, argumentos y referencias fácticas hechas por el ex Presidente Ernesto Zedillo. Ha puesto el dedo en la llaga al indicar que la democracia mexicana ha sido devastada. Las críticas en su contra desde el gobierno actual son literalmente patadas de ahogado. La idea de auditar en forma técnica y económica las obras faraónicas es algo que no se debe echar en saco roto. Mucha falta hace conocer los impactos originales y sucesivos de tan malas decisiones. Datos duros, no demagogia.

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Notas del editor: Juan Francisco Torres Landa es miembro del Consejo Directivo de UNE México y de la red de Unid@s. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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