A través de la extorsión arancelaria, Donald Trump logró que México y Canadá destinen una cantidad importante de recursos humanos y materiales para ajustarse a su populismo de derechas. Entre otras cosas, ambos países formarán patrullas fronterizas compuestas por más de 10,000 elementos, que en la práctica estarán al servicio de los intereses de Estados Unidos.
Las vías de acción de Sheinbaum en la derrota suave ante Trump
En el caso de México, serán elementos de la Guardia Nacional. Para dimensionar la magnitud del compromiso mexicano; con base en datos de Causa en Común , a principios de 2024 se registró un promedio de 3,367 efectivos desplegados a nivel subnacional. Únicamente Guerrero superó los 10,000 efectivos desplegados. Otros estados azotados por la violencia, como Colima, Michoacán y Morelos, no superaron los 5,000.
A cambio de lo anterior, Estados Unidos desactivó por un mes los aranceles del 25% y trabajará con ambos países para combatir conjuntamente al crimen organizado (que no quede duda, también buscará imponer su visión). No hay ningún otro compromiso concreto por parte de aquel país.
Lo cierto es que México y Canadá actuaron con prudencia para retrasar una guerra arancelaria en la que no hay forma de ganar, logrando por el momento una “derrota suave”. Es una derrota porque ambos países ceden ante los caprichos de Trump (la salud pública y la seguridad nacional son problemas prioritarios, pero Trump sólo las utiliza como pretexto para concretar su agenda ideológica). Pero es “suave” porque no es el peor escenario posible: aranceles inmediatos y políticas de completa sumisión. Hay escenarios intermedios que también fueron bien sorteados por autoridades mexicanas y canadienses.
En estas circunstancias, Estados Unidos ganó el primer round porque sentó un antecedente para la abyección, pero no noqueó. ¿Seguimos en la contienda? Considerando el tamaño del oponente, esa es una victoria para México y Canadá. ¿Ambos países podrán evitar un revés en marzo? Las posibilidades de México aumentan si se desactiva la retórica de la crisis de inseguridad que, ciertamente, se fundamenta en una realidad. En este marco, ¿qué se puede hacer en apenas un mes para llegar con más fichas que Estados Unidos en las próximas negociaciones?
Los operativos deberán ser más eficaces
Parece una obviedad, pero hay que decirlo: los 10,000 elementos en la frontera norte deben dar buenos resultados. ¿Eso qué significa? Después de 120 días de gobierno, la presidenta Sheinbaum presumió el decomiso de casi 800,000 pastillas de fentanilo a nivel nacional: más de 6,600 pastillas diarias. Eso no bastó para frenar las amenazas de Trump. Por lo tanto, la cifra deberá incrementar notablemente para dar cuenta de mayores esfuerzos y focalizar los decomisos en el norte. Esta es la prueba de fuego para las capacidades de inteligencia y coordinación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, encabezada por Omar García Harfuch. Será clave identificar la geografía de las cadenas productivas para asestar golpes a las organizaciones con mayor capacidad de producción.
Acabar de inmediato con la impunidad política
La presidenta Sheinbuam negó categóricamente las acusaciones del gobierno de Trump acerca de la colusión de las autoridades mexicanas con las organizaciones criminales. Días antes, García Harfuch envió un mensaje de tolerancia cero al crimen organizado, declarando que cualquier diálogo con los criminales siempre sale mal. Estas declaraciones no hacen sentido cuando Rubén Rocha Moya, la personificación de la impunidad política, se mantiene como gobernador de Sinaloa. No hablo de los posibles vínculos que tiene este personaje con liderazgos criminales, sino de su irrelevancia, muchas veces indolencia, frente a la violencia en los últimos meses. El combate al crimen organizado también demanda la remoción de las piezas en el más alto poder que, de forma directa o indirecta les permiten prosperar y expandirse. Un mes es más que suficiente para demostrar que este tipo de congruencia avanza, al menos de forma progresiva. Aquí es en donde se deben cerrar filas con la presidenta y no con el pasado.
Fortalecer la estrategia de seguridad
Trump va a demandar muchos recursos en los próximos años. De inicio, la llegada de 10,000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte supone la desprotección de otras regiones ante el crimen y la violencia, pues la mayoría de estados y municipios carecen de herramientas para afrontar por su propia cuenta el problema. La presidenta Sheinbaum debe trazar un plan inmediato para fortalecer a las instituciones de seguridad pública locales para atender las prioridades de seguridad internacional sin incrementar riesgos de seguridad pública. Hay que ampliar el enfoque de la coordinación, apuntando no sólo a la efectividad de los operativos, sino a la transferencia de capacidades policiales y ministeriales y a los presupuestos para fortalecer el estado de fuerza. Para esto, debe incrementar a corto plazo las condiciones laborales y operativas de sus elementos.
Las cartas están echadas. Trump buscará acusar de omisión a México y Canadá y quedar como un gobernante benévolo que dio una oportunidad que fue desaprovechada. Esa es su naturaleza. Frente a eso, a Sheinbaum no le queda más que demostrar capacidad de gobierno. Esto necesariamente involucra abandonar los legados oscuros de sus antecesores. El tiempo sigue corriendo.
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Nota del editor: Armando Vargas ( @BaVargash ) es doctor en Ciencia Política, profesor universitario en la UNAM y coordinador del programa de seguridad pública de México Evalúa ( @mexevalua ). Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.