Publicidad
Publicidad

#ColumnaInvitada | Comunicar la ciudad, una misión inconclusa

¿Hemos perdido la capacidad de crear investigación, datos sobre la ciudad y con ello deteriorado la calidad de la agenda pública urbana?
vie 29 noviembre 2024 06:01 AM
Ecobici se convierte en la red de bicicletas compartidas más grande de Latinoamérica
Proyectos como Ecobici no son únicamente de bicicletas, son decisiones que impulsan la agenda de la democracia y de ello hay que hablar; son sistemas de igualdad en una ciudad que con frecuencia nos niega el acceso más básico, señala Jonás Vázquez Betancourt.

La ciudad ha sido históricamente una prófuga de la agenda pública. El escenario que nos ocurre todos los días es un tema que se analiza poco en los medios de comunicación; diría que con escasa profundidad. Algunas notas del día, las declaraciones del funcionario, de cuando en cuando algunas inversiones en materia de desarrollo urbano o transporte que aparecen en las páginas de los rotativos.

Publicidad

¿Por qué sería importante que los medios de comunicación hablen de la ciudad?

¿Qué decir de la ciudad?

¿A quiénes y a través de qué medios hay que hablar del fenómeno urbano?

¿Es el principio de proximidad, lo inmediato a nuestra casa, lo que más nos preocupa y eleva los ratings?

¿Y las audiencias?

¿Quién dicta la agenda urbana?

Esas y otras fueron preguntas que el marte 19 de noviembre un grupo de periodistas, representantes de organizaciones no gubernamentales, iniciativa privada, activistas y autoridades de gobierno abordaron durante el encuentro Ciudad y Palabra: agenda pública urbana, organizado por Comunica la Ciudad. El espacio tuvo el objetivo de poner sobre la mesa la relevancia de recuperar el sentido del debate, la información seria, y la creación de una agenda urbana que “golpee” la agenda política y de gobierno entorno al fenómeno urbano; la razón: el 70% de la población de México vive en zonas urbanas, hay que hablar de la ciudad.

Comunicación urbana sin presupuesto es una quimera

Peatones, ciclistas, ambientalistas, entre otros grupos interesados por el impulso de la conversación en torno a ciudades más sustentables no cuentan con una industria detrás, quedan marginados de los intereses económicos y el acceso a los grandes capitales. Si lo anterior se traslada a la creación, por ejemplo, de un lobby en favor de la agenda prosustentabilidad urbana, la verdad es que hay poco que hacer. Sin embargo, hubo un tiempo de aquello que me permito definir como la primavera urbana que surgió hace unos 15 años como una especie de boom y después como una moda en torno a la ciudad para las personas y su debate. Dicho surgimiento pasó por puntos importantes como la sociedad civil organizada que ofreció datos, investigación, activismo; pasó por decisiones que desafiaron a la popularidad esclava de la urna y el voto como el caso del Metrobús en Ciudad de México.

¿Hemos perdido la capacidad de crear investigación, datos sobre la ciudad y con ello deteriorado la calidad de la agenda pública urbana? ¿De dónde pueden salir los recursos para recuperar la agenda pública urbana que retome el sentido de la calidad de vida en la ciudad y que impulse los temas en torno a ella? ¿Son las élites – a las que (posiblemente) poco importa el transporte público, el ciclismo urbano, los derechos de los peatones- las únicas que pueden impulsar su agenda en los medios tradicionales y lograr altísimo impacto en redes sociales?

La revolución cultural

Durante el evento Ciudad y Palabra el periodista Héctor Zamarrón y la activista Areli Carreón coincidieron en que son los jóvenes quienes desde el activismo están tomando las riendas del “nuevo orden de las cosas”; y, sin embargo, la mesa también comentó que salvo en algunas capitales del país “la gente sigue defendiendo su derecho humano a estacionarse”, como afirmó la directora de Centro Eure, Jimena Iracheta. “¿Cómo vamos a tener dinero para la comunicar la ciudad si vivimos un retroceso en la asignación de recursos para la transición energética?”, cuestionó la diputada federal Laura Ballesteros. Será urgente que se tomen decisiones impopulares en lo electoral, pero indispensables para una auténtica agenda urbana y pública del porvenir.

El proyecto es el mensaje

Hablar a las audiencias de temas como el medio ambiente, el subsidio al transporte público es dejar en claro lo poco carismático y lo altamente técnico y por ello complejo que resulta traducir la agenda urbana en agenda pública. ¿Quién habla de bonos de carbono en una sobremesa?

Ante ello, especialistas como Alberto Marín y Alfonso Iracheta abundaron en lo positivo de una autoridad que entiende: “el proyecto es el mensaje”. No únicamente proyectos de gran calado como un Cablebús que impacta y cambia para bien la vida de las personas, sino comenzar desde las banquetas, donde se le da rumbo a la igualdad en una ciudad. Todas somos peatonas.

Proyectos como Ecobici no son únicamente de bicicletas, son decisiones que impulsan la agenda de la democracia y de ello hay que hablar; son sistemas de igualdad en una ciudad que con frecuencia nos niega el acceso más básico. Una autoridad que construye ciudad es una autoridad que logra ciudadanía y es luego una autoridad que se autogestiona en el crédito de los votantes; la sustentabilidad es también un buen negocio políticos.

Conectar con el barrio

El periodista Ricardo Raphael expuso que la línea editorial que nos permitiría construir una agenda pública urbana robusta “se construye desde la oferta y luego interactúa con la demanda; la pregunta es ¿por qué no hay líneas editoriales que conecten con ese motor de identidad que es lo local: el barrio, la ciudad?

Publicidad

Revolucionar y golpear el pavimento

Si se tratara de la teoría gramsciana del bloque histórico aplicada a la agenda pública de la ciudad no sería descabellado pensar que quienes llevamos años trabajando en la cuestión urbana hemos logrado, si no romper el bloque -lo que implicaría en efecto un cambio en el orden histórico de las cosas, de la toma de decisiones-, si nos hemos podido reunir para golpearlo y hacerle abolladuras.

Ciudad y Palabra es un primer encuentro de lo que esperamos se convierta en muchos más, donde el objetivo será sumar a más personas, debatir largamente, impulsar la agenda del porvenir urbano y llevarlo a la toma de decisiones. Hablar de la ciudad es hablar de nuestra casa. Comunicar la ciudad la dignifica y es parte del proceso de la construye y es una misión siempre inconclusa.

____

Nota del editor: Jonás Vázquez Betancourt es director ejecutivo y fundador de Comunica la Ciudad. Comunicólogo y maestro en Comunicación y Política Pública. Tiene 16 años impulsando la agenda pública urbana. Colabora en varios medios de comunicación. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Publicidad

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

MGID recomienda

Publicidad