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#ColumnaInvitada | ¡Salva a México!, en tus manos está

Al ser jueces seleccionados y propuestos por el partido en el poder, a él se deberán y sólo protegerán los intereses de quien los propuso, no de quien los eligió mediante el voto popular.
jue 29 agosto 2024 09:10 AM
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La reforma ha provocado un paro nacional en el Poder Judicial.

Dicen los legisladores de la bancada al servicio del Poder Ejecutivo que la reforma al Poder Judicial es necesaria, porque “el poder dimana del pueblo”. Entonces si hay tres poderes de la Unión y dos de ellos están representados por quienes contendieron en una elección popular es necesario que el tercero, el Poder Judicial de la Federación, también dimane del pueblo y por ello que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por el voto popular de la ciudadanía, para democratizar al tercer poder.

Sin embargo, lo anterior solo es una excusa más de la última semana, pues cada semana cambian sus diálogos y las razones para destruir al Poder Judicial de la Federación.

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Claro que el poder dimana del pueblo y entrega ese poder a sus representantes por elección popular al titular del Ejecutivo, diputados y senadores del Congreso de la Unión. Precisamente, con ese poder emanado del pueblo, el primero ha enviado ternas al Senado para la elección de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, los segundos, eligen al que estiman más conveniente o éste es designado directamente por el Ejecutivo, como ocurrió con la llamada “ministra del pueblo”.

Asimismo, con ese poder soberano emanado del pueblo designan a los Consejeros del Consejo de la Judicatura Federal y aun cuando algunos de ellos son designados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no debemos olvidar que esos ministros provienen de otra designación del Ejecutivo y el Senado.

Esos Consejeros designados por quienes ostentan el mandato de los mexicanos, ya sea de manera directa o indirecta, son quienes autorizan las convocatorias para seleccionar jueces y magistrados. Después de los arduos concursos de oposición son quienes designan a los nuevos jueces, quienes toman protesta ante los Consejeros del Consejo de la Judicatura Federal y ante los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Entonces, los jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación de manera indirecta, a través del poder otorgado al titular del Ejecutivo y los legisladores del Congreso de la Unión por el pueblo que los eligió mediante el voto popular, también han sido designados por el pueblo a través de sus mandantes.

Ahora bien, lo que se advierte de los discursos de los legisladores y del propio titular del Poder Ejecutivo, no logro desentrañarlo a cabalidad, porque o desconocen lo anterior y no saben que ellos ostentan el poder otorgado por el pueblo y hacen las designaciones de los titulares del tercer poder, o bien pretenden hacer como que no saben que lo ostentan y es necesario que el pueblo vote de manera directa por el personal del Poder Judicial de la Federación.

De cualquier manera, es vil el actuar tanto del titular del Ejecutivo como de los legisladores del mismo partido, porque lo único que hacen es deslindarse de sus responsabilidades y del trabajo que les ha encomendado el pueblo constitucionalmente.

Pero ¿cuál es el verdadero motivo tras ello? Mexicano, solo hay una respuesta para esto: Eliminarán el tercer poder que es el contrapeso a sus arbitrariedades, quitarán a los titulares que salvaguardan tus derechos y no permiten que te apliquen leyes inconstitucionales, restrictivas de tus derechos humanos.

Destituirán a los jueces y magistrados que han dedicado su vida a impartir justicia, que te han apoyado cada vez que te has visto pisoteado por una autoridad y acudes al juicio de amparo en busca de atención médica, medicamentos, cirugías, el pago de tu pensión, la eliminación de descuentos inconstitucionales; cuando el juez familiar te quitó la patria potestad de tus hijos o no ordenó la pensión alimenticia a favor de ellos, los rechazaron de la escuela, no los vacunaron, cuando te quedaste sin luz o agua de manera arbitraria o tu familiar estaba incomunicado y tú, desesperado, sin saber cómo se encontraba.

Esos son a los que quieren destituir, a los que te han protegido, para en su lugar traerte a la boleta de votación a jueces nuevos, recién salidos de la escuela, sin experiencia alguna y su competencia en la materia se acredite con cinco cartas de sus vecinos que digan que son honrados.

Esos que te serán propuestos por el Ejecutivo, Legislativo o el Poder Judicial, ya integrado por personas del mismo partido político, a esos que dicen harán campaña sin involucramiento de partidos políticos, pero que te señalarán en la boleta quién te los está proponiendo, o es lo mismo que apareciera el logo del partido en el poder.

Esos que llegan politizados, cobijados por el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial a modo, que será evidente fueron propuestos por el Ejecutivo o Legislativo y es lo mismo que ver el color o nombre del partido en el poder. Por ellos es por los que podrás votar.

Pero, al ser jueces seleccionados y propuestos por el partido en el poder a él se deberán y sólo protegerán los intereses de quien los propuso, no de quien los eligió mediante el voto popular.

Entonces, cuando te quejes que no se te imparte justicia, la autoridad vulnera tus derechos, te aplican leyes inconstitucionales, no te pagan tu pensión, te robaron tu Afore, no te llegó tu ayuda del bienestar, entonces extrañarás a quien siempre te protegió, porque ese que elegiste por voto popular solo defenderá los intereses de quien le otorgó su lugar en la boleta de votación.

Cuando te quejes de no tener medicinas, comida, escuela, pensiones, trabajo que te ultrajó la autoridad y nadie te defendió, que el juez no protegió tus derechos, que no tienes salud ni justicia, entonces te responderá quien ahora está en el poder, ese que no quiso hacer su trabajo y te trasladó esa gran responsabilidad de que eres el único culpable porque votaste por el cambio, porque pediste que la elección de jueces, magistrados y ministros fuera por voto popular y tú querías elegir directamente a los impartidores de justicia.

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Fuiste tú, pueblo sabio, el que se equivocó y eres el único responsable de tener a los jueces que elegiste y gracias a tu mala elección el país se desmoronó; acabaste con la inversión extranjera y con los empresarios de este país que generaban fuentes de trabajo y riqueza para sostener la economía de México.

Cuando te des cuenta de ello, nuestro querido México ya estará destrozado, desmoronado, acabado, hundido, pobre y todo porque has ayudado y participas de la desaparición de ese tercer poder, que el único pecado de la mayoría de sus integrantes fue estudiar y dedicarse a resolver con justicia, sin alardear del trabajo que realizaban por tú bienestar, el de tu familia, de tu fuente de trabajo y tu país.

¡Despierta, mexicano!, antes de que seas parte del poder destructor de nuestro querido México, antes de que destruyas con ello tu fuente de trabajo, te destruyas a ti mismo, a tu familia y a todo lo que te gusta de tu país.

¡Salva a México! Aun estas a tiempo. ¡Salva a México!, en tus manos está.

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Nota del editor: María del Socorro López Villarreal es Jueza Tercera de Distrito en el Estado de Baja California, con sede en Mexicali. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

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