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#ColumnaInvitada | Sufragio efectivo. Absolutamente no reelección

El personaje que dirige y jala las riendas de Morena no respeta ni respetará los límites constitucionales del poder que democráticamente recibió por el plazo que concluye el 30 de septiembre de 2024.
jue 11 mayo 2023 06:00 AM
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En el Estado de México se juega mucho más que la sola elección local, también el resultado que se puede lograr en 2024 si hay capacidad de convencimiento, participación y suma en las urnas electorales, apunta Juan Francisco Torres Landa.

Es un hecho que en la cultura popular mexicana hay pocos aspectos que están tan acendrados como la premisa de que no haya reelección en el puesto presidencial nacional. Y es por buenas razones que ese resultado ideológico y práctico de la Revolución Mexicana tiene un reconocimiento profundo y amplio. La permanencia de quienes han estado en la primera magistratura sería muy indeseable ante el desgaste y las posibles intenciones de abusos por periodos excesivos de poder. Lo mismo es cierto si alguien pretende generar condiciones de un Maximato u otra forma de perpetuarse interpósita persona. Cuidado con los engaños.

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Así las cosas, es cierto que el fenómeno de destrucción de la libertad democrática no es posible solamente a través de una posible reelección para los puestos en que tal opción sigue vedada, como es el caso de la Presidencia de la República o gobiernos estatales (no así, por ejemplo, para puestos legislativos o municipales). Existen varias otras modalidades bajo las cuales se puede igualmente atacar a la ciudadanía ante sus derechos de tener alternancias pacíficas, procedimientos transparentes, y mecanismos claros en lo que a resultados electorales se refiere.

Y aquí se abren varias posibles áreas de riesgo en cuanto a lo que implique el erosionar la base de libertades democráticas:
a) atacar la independencia y solvencia de las autoridades electorales;
b) infiltrar a la delincuencia organizada en los procesos comiciales;
c) provocar el apoyo de fuerzas armadas para dirimir conflictos electorales;
d) utilizar recursos públicos para adulterar límites de campaña;
e) designar a candidatos impresentables con el único requisito de contar con su sujeción absoluta;
f) provocar polarización o desencuentros entre segmentos ciudadanos; o
g) cualquier combinación de algunos, varios o todos estos factores.

El problema es que el actual gobierno está recurriendo en los hechos precisamente a todas estas medidas, y otras que se les ocurran en el camino, para intentar a la mala tratar de consolidar su modelo de gobierno autoritario y dictatorial. Ya se han quitado las caretas y están demostrando en los hechos que no se van a detener ante nada, ni por nadie, y ante ningún dique, para pretendidamente lograr su fin de quedarse en el poder.

El personaje que dirige y jala las riendas de Morena no respeta ni va a respetar los límites constitucionales del poder que democráticamente recibió por el plazo que concluye el 30 de septiembre de 2024. Ya ha mandado las señales claras de que utilizará todas las herramientas a su alcance (legales o no) para socavar la transición pacífica que todos merecemos como principio rector de un país que se dice tener un sistema democrático. Establecer claramente la posición que adopta este personaje y su partido es fundamental para que sepamos la mejor forma de derrotar semejante despropósito y abuso sistemático. Abramos bien los ojos y oídos.

Afortunadamente hay un claro y definitivo antídoto para estos perversos fines. El más importante radica en la voluntad ciudadana de hacer valer en todo momento la determinación de que con una abrumadora presencia en las urnas se pueda demostrar que la ciudadanía, léase el pueblo, haga valer su absoluta y convincente determinación de no permitir que nadie más decida por nosotros el destino del país. Pero no nos debe quedar la menor duda, sin una presencia clara y masiva no será posible lograr un resultado democrático contundente. Las personas actualmente en el poder no van a salirse del mismo si no se les derrota con claridad y contundencia en los resultados de las elecciones. No se van a ir por las buenas.

Tenemos así pruebas inmediatas para lograr el convencimiento plural del gran poder que significa sumar la voluntad colectiva al acudir a las urnas. El más obvio son las elecciones del 4 de junio de 2023 en Coahuila y Estado de México. En particular en esta última entidad federativa se juega mucho más que la sola elección local, sino también el resultado que se puede lograr en 2024 si hay capacidad de convencimiento, participación y suma en las urnas electorales. Si tenemos claro que estamos frente a personas que son tramposas hasta la raíz, solamente con la suma masiva se les derrotará. No hay de otra. Sin ese impulso tristemente se corre el riesgo de que recurran y priven los abusos, la delincuencia, las fuerzas armadas u otros poderes fácticos que amenazan la normalidad democrática. Se les puede ganar.

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Así es que ya sabemos y reconozcamos lo que nos toca hacer. Si estamos convencidos en que no nos gusta que nos consideren súbditos, que nos manden, que nos quiten libertades, que nos impongan ideas, y en general que nos quiten el futuro, no dudemos en participar. Los del gobierno furtivo nos quieren hacer pensar que la lucha está perdida y que son imbatibles. No es así como se demostró en la votación total en 2021 en que Morena fue derrotada a nivel nacional. Pues ahora toca hacer lo propio en 2023 y 2024.

Es claro que Unid@s no nos pueden vencer. Demostremos entonces en los hechos que estamos convencidos en que el sufragio efectivo nos hará libres, y que por ningún motivo permitiremos una reelección, claramente no de un sistema o método de gobierno que ha sido la debacle para el país, que ha destruido todo a su paso, y que son incapaces de enmendar la plana. Así como llegaron se van a ir. El pueblo ya despertó y no permitirá más abusos. Nunca más cheques al portador ni iluminados sin rumbo. A votar que nuestra elección es la que cuenta y permite enfocar al país hacia un mejor rumbo y con definiciones del gran país que podemos y merecemos ser, sobre todo para Que Nadie Se Quede Atrás (www.unidospormx.com).

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Notas del editor: Juan Francisco Torres Landa es miembro del Consejo Directivo de UNE México y de la red de Unid@s. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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