El que ha brillado por su ausencia es el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez. Y es que las crisis y tragedias en la que supuestamente es su agenda se acumulan y a don Alejandro apenas se le ve. Mucho se parece a la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra; otro vivo retrato de que la protección y defensa de las libertades no es una prioridad de este gobierno.
#ElPersonaje: Alejandro Encinas, el subsecretario ausente
A Encinas lo protege el presidente, imagínese nada más que fue su secretario de Gobierno en la Ciudad de México y su sustituto en la Jefatura de Gobierno de agosto de 2005 a diciembre de 2006.
@lumendoz
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Le cuento:
De la verdad histórica a la verdad falsa
Al inicio de este gobierno, en ese ya lejano 2018, el presidente de la República anunció el nombramiento de Alejandro Encinas como subsecretario de Derechos Humanos, con una encomienda mayúscula: resolver el caso Ayotzinapa, desmontar la “Verdad Histórica” del gobierno pasado y averiguar qué pasó con los 43 normalistas. Para ello se creó una Comisión de la Verdad a cargo del propio Encinas, se mandó llamar a los expertos del GIEI, el grupo de expertos que había estudiado el caso, y hasta invitó a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a dar seguimiento al caso.
Encinas convenció al presidente de que era falso que los 43 normalistas habían sido incinerados en el basurero de Cocula y que él iba a encontrar la verdad. Eso sí, no tardó mucho en que se le cayera el teatrito y que don Alejandro terminara del chongo con todo mundo. Su nueva evidencia, una serie de mensajes de texto, fue cuestionada por el GIEI y la colaboración se perdió. Luego vinieron las diferencias con las Fuerzas Armadas cuando se involucró a varios militares en la desaparición de los estudiantes, y hasta aseguró que el Ejército tenía un soldado infiltrado y pudo haber salvado a los estudiantes. En fin, las acusaciones de falsificación de pruebas le han llovido de todos lados y hasta el presidente ha tenido que salir a defenderlo y a decir que es “incapaz de falsear información”. Mientras tanto, hay decenas de personas en prisión con pruebas altamente cuestionadas y seguimos sin saber la verdad de lo que pasó en la noche trágica de Iguala. Sería penoso, si no fuera político.
Y por su ineptitud tiene a Jesús Murillo Karam en la cárcel gravemente enfermo.
Las crisis se acumulan
Pero Ayotzinapa no es el único en donde el desempeño de Encinas ha dejado qué desear. Según su cargo, es el encargado de vigilar el tráfico migratorio en México y vigilar que se respeten los derechos de los migrantes. Nada más alejado de la realidad. Para muestra el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez en la que perdieron la vida 40 seres humanos. Imagine, tuvieron que pasar semanas para que el subsecretario encargado de la migración reconociera que hubo “omisiones importantes” y anunciara que se estaba haciendo una “revisión total del Instituto Nacional de Migración” para hacer cambios. Eso sí, no dijo si esas omisiones también fueron de su oficina y si también estaría haciendo cambios en su actuar.
Y es que el aumento del flujo migratorio no tiene precedentes. Solo por ponerle un ejemplo, en 2022 fueron detenidos en la frontera norte 444,000 migrantes en situación “irregular”, prácticamente el doble de los detenidos en 2021. Ante esta realidad, la estrategia del gobierno sigue siendo la ambigüedad y la simulación: por un lado, decir que “somos un país de puertas abiertas”, y por otro, enviar militares a la frontera, detener migrantes y encarcelarlos en “centros migratorios” que en realidad parecen prisiones. La pregunta obligada es ¿dónde está el subsecretario?
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Protegido del presidente
Y es que no importa que las desapariciones se hayan elevado cerca de cinco veces respecto al sexenio de Felipe Calderón y más de 100,000 personas no localizadas; que seamos el tercer país con más asesinatos de defensores de Derechos Humanos y el más peligroso para ejercer el periodismo; o que haya 11 feminicidios al día; al encargado del respeto y la protección de nuestras libertades parece no importarle. Y cómo no, si tiene la chamba asegurada. A Encinas lo protege el presidente, imagínese nada más que fue su secretario de Gobierno en la Ciudad de México y su sustituto en la Jefatura de Gobierno de agosto de 2005 a diciembre de 2006. Sí, el que permitió el plantón en Reforma. Será por eso que ambos fueron candidatos: uno al DF y el otro al Edomex, ¡cuando no tenían la residencia!
Nepotismo
El halo protector de Alejandro Encinas no solo lo cubre a él. Hace unos meses su hijo Alejandro Encinas Nájera fue nombrado subsecretario de Comercio Exterior en la Secretaría de Economía, tras la salida de Tatiana Clouthier. El ahora encargado de llevar la relación comercial con Estados Unidos y Canadá y manejar las controversias en el marco del T-MEC; llegó al cargo sin nada de experiencia en la materia. Eso sí, desde el gobierno niegan que su papá le haya conseguido la chamba. Juzgue usted mismo.
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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.
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