Este 8 de noviembre se abre la primera evaluación de la administración Biden. En las elecciones intermedias en Estados Unidos se juega más que puestos de elección popular. Parte de la viabilidad de la administración presente está en riesgo si, como apuntan las tendencias y la propia historia, el Partido Republicano sale victorioso de este proceso.
#ColumnaInvitada | Elecciones intermedias en EU: un referendo a la gestión Biden
México es parte del debate que se abre con las elecciones en Estados Unidos. La actual administración tiene un alejamiento con el Congreso de ese país; un error que costará.
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En la competencia electoral están en disputa la renovación de los 435 escaños en la Cámara de Representantes cuyo mandato es de dos años y 34 de los 100 curules en el Senado, cuya duración es de seis. Adicionalmente, se compite por 36 gubernaturas y un número muy amplio de puestos en diversos niveles. Sin embargo, también se abre la posibilidad de que esta coyuntura sea el escenario para la puesta en marcha de la maquinaria de Biden y Trump a fin de volver a competir por la presidencia de la Unión Americana dentro de dos años, a la vista de las señales que están enviando y del grado de involucramiento que ambos actores han tenido en este proceso.
Los temas que se ponen a consideración son en esencia cuatro: aborto, derecho a poseer y portar armas, la legalización de la marihuana y la prohibición de la servidumbre impuesta, que afecta esencialmente a personas en situación carcelaria. Ahora bien, existen temas que, aunque no están en esta pequeña agenda, tienen un peso muy importante en la opinión pública de los cerca de 160 millones de personas que potencialmente podrían votar: el tráfico de drogas, la migración y la violencia, tres temas que atañen directamente a México. No es una sorpresa que estos temas, especialmente el de la migración, sea usado como objeto de rentabilidad política. Trump es posiblemente uno de los políticos que más se ha beneficiado de la explotación de la agenda migratoria, lo que se ha combinado con la ausencia de acciones, de posturas sólidas y consistentes del gobierno de México.
¿Qué pasará con Joe Biden y el control del Congreso? No te pierdas, minuto a minuto que llevaremos para la cobertura de elecciones.#Votehttps://t.co/svJ6Bc7YnF
— Expansión (@ExpansionMx) November 8, 2022
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Sin estar, México es parte del debate electoral que se abre con estas elecciones. La actual administración tiene un alejamiento evidente y una comunicación muy deficiente con el congreso de Estados Unidos, espacio estratégico en donde se juega parte de la política exterior. Que el gobierno de nuestro país no tenga un plan estratégico y que no diseñe una estrategia de control de daños ante un cambio en el congreso de Estados Unidos es un error que puede costar mucho. Más allá de posiciones ideológicas, filias o fobias, la Unión Americana sigue siendo el gran jugador global y es necesario que aprendamos a sincronizarnos y responder con estrategias sólidas a sus procesos internos.
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Nota del editor: Javier Urbano Reyes es profesor e investigador en el Departamento de Estudios Internacionales (DEI) de la Universidad Iberoamericana (UIA); académico de la Maestría en Estudios sobre Migración del DEI-UIA. javier.urbano@ibero.mx Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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