Se tiene registros de personas desaparecidas desde 1964, pero 1 de cada 3 desaparecidos en nuestro país se ha dado con el actual gobierno. Más de 25 personas salen de sus hogares cada día y no regresan.
Ante este panorama es incomprensible cómo el Presidente de la República sostiene y abro comillas: “también cuidamos a los integrantes de las bandas”.
A los delincuentes no se les cuida, se les atrapa y se les sanciona. A los delincuentes no se les abraza, se les detiene y se les lleva a la cárcel.
A quienes se debe cuidar es a quienes respetan la ley, a quienes trabajan, a quienes luchan todos los días por sacar adelante a su familia, a quienes estudian. Se cuida a las mujeres, no a los delincuentes. Se cuida a los niños, no a los delincuentes. Se cuida a los adultos mayores, no a los delincuentes. Se cuida a los mexicanos que sacan adelante a este país, no a los delincuentes.
Con este gobierno las víctimas no logran justicia, ni verdad, ni garantías de no repetición.
La realidad es que los abrazos no han resuelto el problema de inseguridad y este gobierno ha fallado en su estrategia. Contribuyendo con ello a un clima de mayor impunidad, mayor inseguridad y mayor letalidad para los mexicanos.