Una comunidad integrada a las necesidades de cada uno de los miembros es reflejo, también, de la consolidación de una ciudadanía participativa, que coloca en el centro de atención los requerimientos colectivos en la prevención del delito.
En lo particular, antes de salir de vacaciones se debe revisar el funcionamiento de puertas, ventanas y rejas, y de ser posible instalar sensores de luz y un sistema de videovigilancia a distancia.
Que las personas estén más atentas a su entorno ha permitido reducir otro delito común en el periodo vacacional: el robo a transeúnte, que ha bajado en 40.6% desde 2019.
En contraparte, los usuarios de cajeros automáticos deben implementar más estrategias de seguridad pues el promedio de robos se ha mantenido similar en los últimos tres años. De ahí la importancia de elegir plazas comerciales, revisar el entorno antes de ingresar o salir, no contar el dinero de manera visible y evitar usar este servicio por la noche.
Otro ilícito común es el fraude telefónico, del que, según los datos del Consejo Ciudadano, más del 70% queda en tentativa. Los delincuentes se hacen pasar por un familiar con dificultades económicas para llegar a su destino o por agencias turísticas con ofertas vacacionales a precios increíbles. La primera modalidad fracasa si la persona que recibe la llamada cuelga y verifica la información con su familiar, mientras que la segunda depende de la prudencia que se tenga al reconocer una oferta incoherente o fuera de la realidad.
Verificar las condiciones óptimas de un auto antes de viajar no solo evita accidentes sino también asaltos. Un vehículo descompuesto es una situación que los delincuentes aprovechan para fingir que son mecánicos o viajeros que van a prestar asistencia y perpetrar el asalto.