Una de las principales estrategias del partido naranja ha sido reclutar a todos los resentidos de los partidos políticos, y bueno, hasta el momento, no se sabe de qué lado van a jugar. Hay que recordar que no son pocas las veces en las que le han hecho el juego al morenismo, tanto en lo electoral como en lo legislativo. Peeeero a veces ni eso les ha salido bien, pues en más de una ocasión Dante ha terminado mal con el Bloque de Contención, pero también con Monreal, coordinador de la mayoría en la Cámara Alta.
Dante es un político experimentado. De pasado priista, se las vio negras con el zedillismo, periodo en el que incluso llegó a estar en la cárcel por un tiempo. Y es que tras la renuncia de Fernando Gutiérrez Barrios como gobernador de Veracruz para asumir la Secretaría de Gobernación, Delgado asumió como gobernador interino. En 1994, fue acusado de desvío de fondos por 450 millones de pesos y pasó un año tres meses encarcelado en las instalaciones del penal de Pacho Viejo en Coatepec, Veracruz. Posteriormente, fue absuelto de todos los cargos en su contra, y ganó una demanda por daño moral al estado mexicano.
Más allá de ese mal momento, a Dante lo ha tratado muy bien el erario. Inició su carrera política como miembro del Partido Revolucionario Institucional, donde fue Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional y Presidente del Comité Directivo Estatal en Veracruz. Fue Subsecretario de Gobierno (1983-1985) y Secretario General de Gobierno del Estado de Veracruz (1986-1988). Asimismo, fue Coordinador de la Comisión para el Bienestar Social y Desarrollo Económico Sustentable para el Estado de Chiapas en 1995, Procurador Agrario de 1994 a 1995, embajador de México en Italia y representante Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de 1993 a 1994.
Fue fundador y coordinador general del Partido Convergencia Democrática de 1999 hasta febrero de 2006, cuando fue nombrado presidente del partido, que se convertiría en Movimiento Ciudadano.
Ahí, con paciencia y habilidad política, Dante ha sabido convertir a su partido en un actor clave en la política mexicana, y hoy gobierna dos de las entidades más importantes del país: Jalisco y Nuevo Leon.