Se deben implementar modelos educativos como el STEAM, cuya base es educar a los estudiantes en cinco disciplinas: (science) ciencia, (technology) tecnología, (engineering) ingeniería, (arts) artes y (mathematics) matemáticas, con un enfoque interdisciplinario y de aplicación práctica a situaciones de la vida real. Las matemáticas es el lenguaje de todas las ciencias, mientras que con la ciencia se aprende a investigar y experimentar. La tecnología e ingeniería facilitan el aprender haciendo por medio de prueba y error; las artes son el medio de expresión de todas las anteriores. Necesitamos aprender a aprender.
Hoy lo más importante es adquirir las competencias necesarias para crear e innovar. Hay que aprender haciendo, mediante un trabajo colaborativo y compartiendo el conocimiento. Un buen ejemplo es el sistema educativo de formación dual desarrollado en Alemania, en donde se vinculan los sectores educativo y empresarial, promoviendo que se imparta una educación acorde a las necesidades del mercado laboral, al mismo tiempo que los estudiantes desarrollan competencias profesionales al poner en práctica su aprendizaje teórico en una empresa.
También urge facilitar el emprendimiento en nuestro país, simplificando el marco regulatorio para abrir y operar un negocio formal. En la medida en que le hagamos más fácil la vida a las emprendedoras y emprendedores podrán dedicar su tiempo a diseñar productos y servicios innovadores que mejoren el mundo y nuestra calidad de vida. La regulación para las empresas debe ser inteligente, con normas claras, sencillas, cumplibles y estables; necesitamos pocas reglas y que se cumplan. Es vital que la burocracia no estorbe el emprendimiento.